Por Carlos Páez de la Torre H
15 Septiembre 2011
ASESINATO DE URQUIZA. Un grabado de época reconstruyó el momento en que el gobernador de Entre Ríos caía ultimado a tiros y puñaladas.
Al atardecer del 11 de abril de 1870, un grupo armado asaltó el Palacio de San José y ultimó, a tiros y puñaladas, al general Justo José de Urquiza, gobernador de Entre Ríos. Simultáneamente, en Concordia, caían asesinados sus hijos José Carmelo y Waldino Urquiza.
La noticia causó estupor en el país, y más cuando se supo que la Legislatura entrerriana, horas después, elegía gobernador al jefe de la conspiración, Ricardo López Jordán. En esos momentos, el tucumano Nicolás Avellaneda era ministro de Justicia e Instrucción Pública de la Nación. Él redactará la proclama que -con algunos agregados y modificaciones- firmó el presidente Domingo Faustino Sarmiento.
"El gobernador de Entre Ríos fue muerto por los asesinos al caer las primeras sombras de la noche, rodeado por sus hijas que intentaban sustraerlo a los puñales, y sin que la presencia de un solo hombre pudiere dar a ese acto la apariencia de un combate", expresaba el presidente en el dramático documento. "Aborrezco los conflictos que pueden conducirnos a derramar sangre argentina: amo la paz. Pero en nombre de vuestra conciencia y de mi conciencia, no puedo aceptar que el crimen confiera títulos válidos para el mando de los pueblos", decía otro párrafo.
"En nombre de la República, desconozco al gobierno que quiere inaugurar el reinado del crimen en Entre Ríos". Anunciaba que las fuerzas nacionales serían enviadas contra López Jordán, a quien el gobierno declaraba "reo de rebelión contra la Nación". Se iniciará así una campaña que habrá de durar siete meses, con abundancia de batallas, de muertos y de heridos.
La noticia causó estupor en el país, y más cuando se supo que la Legislatura entrerriana, horas después, elegía gobernador al jefe de la conspiración, Ricardo López Jordán. En esos momentos, el tucumano Nicolás Avellaneda era ministro de Justicia e Instrucción Pública de la Nación. Él redactará la proclama que -con algunos agregados y modificaciones- firmó el presidente Domingo Faustino Sarmiento.
"El gobernador de Entre Ríos fue muerto por los asesinos al caer las primeras sombras de la noche, rodeado por sus hijas que intentaban sustraerlo a los puñales, y sin que la presencia de un solo hombre pudiere dar a ese acto la apariencia de un combate", expresaba el presidente en el dramático documento. "Aborrezco los conflictos que pueden conducirnos a derramar sangre argentina: amo la paz. Pero en nombre de vuestra conciencia y de mi conciencia, no puedo aceptar que el crimen confiera títulos válidos para el mando de los pueblos", decía otro párrafo.
"En nombre de la República, desconozco al gobierno que quiere inaugurar el reinado del crimen en Entre Ríos". Anunciaba que las fuerzas nacionales serían enviadas contra López Jordán, a quien el gobierno declaraba "reo de rebelión contra la Nación". Se iniciará así una campaña que habrá de durar siete meses, con abundancia de batallas, de muertos y de heridos.





















