Por Carlos Páez de la Torre H
08 Octubre 2011
El 10 de abril de 1937 el célebre industrial y filántropo don Alfredo Guzmán (1855-1951) habló para inaugurar el Colegio "Guillermina Leston de Guzmán", erigido gracias a su generosa donación. Entre otros temas, se refirió a la nutrición infantil y a la responsabilidad del Estado. Lo que dijo resulta de actualidad.
Señaló que la cuestión "de mayor gravedad es la de la alimentación, sobre todo de la niñez desvalida de la campaña". Principal causa de la desnutrición era, dijo, "la miseria económica y más que ésta, la miseria moral producida por el alcoholismo, al cual se debe combatir sin tregua".
Expuso luego un concepto muy novedoso entonces. "Considero que el Estado, al fundar una escuela, debe acompañarla de un comedor, aunque sólo fuera para el suministro de un desayuno bueno y suficiente. Así lo he pensado y lo pienso, y por ello, al entregar este colegio al servicio público, se lo hace con instalación de comedor, con sus recursos propios". Así funcionaba, desde hacía años, la escuelita del Asilo Maternal, también fundado por él. Igualmente, "hemos considerado conveniente para este colegio, acompañarlo de la revisación médica por un facultativo especialista en niños, a fin de vigilar su salud".
Agregaba que "felizmente veo, de un tiempo a esta parte, que personas capacitadas se ocupan de procurar remedio a estas necesidades, y que ya se han establecido algunos comedores. Se requieren muchos más: es necesario desarrollar una acción enérgica, en especial en los barrios suburbanos de las ciudades y en la campaña, donde es mayor la necesidad".
Señaló que la cuestión "de mayor gravedad es la de la alimentación, sobre todo de la niñez desvalida de la campaña". Principal causa de la desnutrición era, dijo, "la miseria económica y más que ésta, la miseria moral producida por el alcoholismo, al cual se debe combatir sin tregua".
Expuso luego un concepto muy novedoso entonces. "Considero que el Estado, al fundar una escuela, debe acompañarla de un comedor, aunque sólo fuera para el suministro de un desayuno bueno y suficiente. Así lo he pensado y lo pienso, y por ello, al entregar este colegio al servicio público, se lo hace con instalación de comedor, con sus recursos propios". Así funcionaba, desde hacía años, la escuelita del Asilo Maternal, también fundado por él. Igualmente, "hemos considerado conveniente para este colegio, acompañarlo de la revisación médica por un facultativo especialista en niños, a fin de vigilar su salud".
Agregaba que "felizmente veo, de un tiempo a esta parte, que personas capacitadas se ocupan de procurar remedio a estas necesidades, y que ya se han establecido algunos comedores. Se requieren muchos más: es necesario desarrollar una acción enérgica, en especial en los barrios suburbanos de las ciudades y en la campaña, donde es mayor la necesidad".
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