10 Agosto 2012
Lucas Cerúsico - Maratonista
Lo que destaco de Usain Bolt es su capacidad para desenvolver su estructura de 1,96 metro en una biomecánica similar a la de alguien que mide 1,70. Semejante altura en principio es desfavorable, porque en el arranque debe poner en movimiento una estructura mayor al resto, pero una vez que lo logra, la inercia de ese peso mayor le da más potencia. En ese sentido, me recuerda a Jonah Lomu, aquel enorme wing de los All Blacks, que una vez que agarraba velocidad era imparable.
Pero además de ese talento, Bolt tiene algo muy importante: disciplina de entrenamiento. Es un obsesivo. Vive como un perro de raza, que sólo come alimento balanceado. Y cumple a rajatabla con sus horarios de práctica y descanso. Eso también hace a los grandes deportistas.
A todos les llama la atención ver cómo desacelera antes de llegar a la meta. Creo que lo hace para regular sus tiempos y dejar margen para volver a superar sus propios récords. Si el corriera a full, la vez siguiente debería esforzarse al máximo para romper su marca. Y debe ser que le pagan una buena suma cada vez que rompe un récord. Si basta con verlo cómo llega a la meta: mirando el cronómetro y riéndose. Porque sabe que aún corriendo al 90% es superior a todos. Por eso no tengo dudas: ahora sólo quería el oro. Cuando quiera romper su récord, lo hará.
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