30 Octubre 2012
PELIGRO. Un vehículo se desplaza a duras penas por una ruta de Southampton, Nueva York, en medio del viento. REUTERS
ATLANTIC CITY.- El huracán Sandy se fortalecía progresivamente horas antes de impactar en la costa Este de Estados Unidos, donde ciudades como Washington y Nueva York se preparaban para sufrir grandes inundaciones y destrozos por este descomunal ciclón.
La poderosa tormenta avanzaba con vientos cada vez más fuertes de 150 km/h y su ojo se situaba anoche a unos 330 km al sureste de Atlantic City, la famosa ciudad costera de Nueva Jersey (Este), donde la mayoría de sus 40.000 habitantes fueron evacuados y los famosos casinos cerrados. Millones de estadounidenses seguían en vilo por televisión el avance de Sandy, que ya mostró sus primeros y devastadores efectos con inundaciones, producto de la marea alta en Atlantic City, Rockaway Beach (Queens, Long Island) y Battery Park (sur de Manhattan).
"Una de las mayores tormentas de nuestras vidas se está desarrollando en este momento", planteó Kelly Cass, presentador de The Weather Channel en el cuarto día de cobertura ininterrumpida. Y el gobernador de Maryland, Martin OMalley, declaró que el huracán iba a golpear a ese estado "por al menos 24 a 36 horas" y que causaría muertes. "Sin duda habrá muertes causadas por la intensidad de la tormenta, por las inundaciones, por la marea y por las olas. Cuanto más responsablemente se actúe, menos muertes habrá", señaló. El desastre climático interrumpió la campaña a pocos días de los comicios del 6 de noviembre.
Según los servicios meteorológicos, la extensión de la tormenta, su débil velocidad de movimiento y la confluencia de un frente frío procedente de Canadá la vuelven particularmente peligrosa. Fue declarado el estado de emergencia en Connecticut, Delaware, Maryland, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York, Carolina del Norte, Pensilvania, Vermont, Virginia y en la capital estadounidense.
El presidente Barack Obama aprobó el estado de emergencia para liberar fondos federales para la mayoría de esos estados.
Nueva York se paralizó, con el sistema de transporte público suspendido desde el domingo por la noche, los tribunales y las escuelas cerradas. Unas 375.000 personas recibieron la orden de evacuación de zonas costeras del sur como Manhattan, Brooklyn, Queens, Staten Island y se cerraron los túneles de Manhattan ante su posible anegamiento, pero muchos desoyeron el llamado. La bolsa de Nueva York y el mercado de futuros de Chicago cerraron ayer y Wall Street también lo hará hoy. Washington y Filadelfia suspendieron el transporte público. El servicio de autobuses y trenes a lo largo de la costa fue interrumpido dejando aisladas a las ciudades. Cerca de 12.000 vuelos fueron cancelados.
Las aguas del puerto de Nueva York y del canal de Long Island podrían elevarse tres metros por encima de su nivel habitual, coincidiendo con las mareas altas de la luna llena. Y muchos especialistas aseguran que esta será una de las peores tormentas del siglo. (AFP-especial)
La poderosa tormenta avanzaba con vientos cada vez más fuertes de 150 km/h y su ojo se situaba anoche a unos 330 km al sureste de Atlantic City, la famosa ciudad costera de Nueva Jersey (Este), donde la mayoría de sus 40.000 habitantes fueron evacuados y los famosos casinos cerrados. Millones de estadounidenses seguían en vilo por televisión el avance de Sandy, que ya mostró sus primeros y devastadores efectos con inundaciones, producto de la marea alta en Atlantic City, Rockaway Beach (Queens, Long Island) y Battery Park (sur de Manhattan).
"Una de las mayores tormentas de nuestras vidas se está desarrollando en este momento", planteó Kelly Cass, presentador de The Weather Channel en el cuarto día de cobertura ininterrumpida. Y el gobernador de Maryland, Martin OMalley, declaró que el huracán iba a golpear a ese estado "por al menos 24 a 36 horas" y que causaría muertes. "Sin duda habrá muertes causadas por la intensidad de la tormenta, por las inundaciones, por la marea y por las olas. Cuanto más responsablemente se actúe, menos muertes habrá", señaló. El desastre climático interrumpió la campaña a pocos días de los comicios del 6 de noviembre.
Según los servicios meteorológicos, la extensión de la tormenta, su débil velocidad de movimiento y la confluencia de un frente frío procedente de Canadá la vuelven particularmente peligrosa. Fue declarado el estado de emergencia en Connecticut, Delaware, Maryland, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York, Carolina del Norte, Pensilvania, Vermont, Virginia y en la capital estadounidense.
El presidente Barack Obama aprobó el estado de emergencia para liberar fondos federales para la mayoría de esos estados.
Nueva York se paralizó, con el sistema de transporte público suspendido desde el domingo por la noche, los tribunales y las escuelas cerradas. Unas 375.000 personas recibieron la orden de evacuación de zonas costeras del sur como Manhattan, Brooklyn, Queens, Staten Island y se cerraron los túneles de Manhattan ante su posible anegamiento, pero muchos desoyeron el llamado. La bolsa de Nueva York y el mercado de futuros de Chicago cerraron ayer y Wall Street también lo hará hoy. Washington y Filadelfia suspendieron el transporte público. El servicio de autobuses y trenes a lo largo de la costa fue interrumpido dejando aisladas a las ciudades. Cerca de 12.000 vuelos fueron cancelados.
Las aguas del puerto de Nueva York y del canal de Long Island podrían elevarse tres metros por encima de su nivel habitual, coincidiendo con las mareas altas de la luna llena. Y muchos especialistas aseguran que esta será una de las peores tormentas del siglo. (AFP-especial)
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