Quiso impedir un robo y lo balearon en la cabeza

El policía tucumano perseguía en el barrio Victoria a delincuentes que intentaron asaltar a una joven, cuando recibió un tiro en el cráneo. Anoche, personal de la seccional 13ª había aprehendido a un sospechoso, al que le secuestraron dos armas

EN EL PADILLA. Según los médicos, el estado de Roa, de 33 años y padre de dos niños, es de extrema gravedad. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO EN EL PADILLA. Según los médicos, el estado de Roa, de 33 años y padre de dos niños, es de extrema gravedad. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
31 Octubre 2012
A las 19 de ayer, el agente Miguel Roa se encontraba descansando en su casa, situada en el pasaje Japón al 2.000. Desde allí vio que dos individuos intentaban asaltar a una joven en la vía pública y decidió interceder. "Entró a la vivienda, buscó su arma reglamentaria, sacó la moto, se identificó y comenzó a perseguir a los delincuentes", detalló a LA GACETA el jefe de Zona 3, comisario inspector Luis Medina.

Pero cuando llegó a la esquina de Malabia y Pellegrini, en el barrio Victoria, apareció la tragedia: una bala le perforó la cabeza y cayó herido. Roa, que trabaja como motorista en el Comando Radioeléctrico, fue trasladado al hospital Padilla.

Los médicos de la guardia que atendieron al uniformado informaron que la bala le había perforado el costado derecho del cráneo y que el estado del policía tucumano era de una gravedad realmente extrema.

El agente, que está casado, tiene 33 años y dos hijos, de 8 y de 10 años. Anoche, según pudo averiguar este diario, personal de la seccional 13ª había aprehendido a un sospechoso, a quien le secuestraron una moto y dos armas de fuego.

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