05 Noviembre 2012
EN CAMPAÑA. A la izquierda, un simpatizante de Romney pide apoyo para sus hijos, que están en Afganistán. A la derecha, un grupo de mujeres agraedece a Obama. FOTOS DE REUTERS
Barack Obama y Mitt Romney, los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos, jugaron hoy sus últimas cartas antes de las elecciones que se llevarán a cabo mañana.
La estrategia de ambos fue, en vez de esgrimir argumentos nuevos, volver a defender los puntos que a su juicio los diferencian. "Debemos preservar lo conseguido y seguir adelante", fue la frase del actual presidente demócrata, desde su primer acto hoy, en Wisconsin. De esta manera, a lo largo de la jornada, Obama se dedicó a repasar los éxitos de su mandato como acabar la guerra de Irak, impulsar la reforma santiaria o cortar la sangría económica.
"Nuestra tarea todavía no está compleatada, nuestra lucha continúa porque esta nación no puede tener éxito sin una clase media vibrante y creciente", subrayó.
Romney, por su parte, insistió en presentarse como el "verdadero cambio" tras la decepción que afirma han supuesto cuatro años de Obama en los que "prometió cambio pero no lo proporcionó". Además de los varios viajes que hizo Romney estos últimos días, mañana, tras votar en Massachussets a primera hora de la mañana, se desplazará nuevamente a Ohio y a Pennsylvania, en busca de los votos que puedan marcar la diferencia.
Este intento por conseguir votos se entiende mejor si se recuerda que las encuestas de las últimas horas no presentan cambios fundamentales en una carrera que lleva semanas prácticamente empatada dentro del margen estadístico de error. Un sondeo de CNN muestra un empate total con el 49 por ciento de los votos para cada uno, lo que hace pronosticar para este martes una de las elecciones más ajustadas de la historia.
Otro punto a tener en cuenta en las elecciones es la importancia del voto hispano. La encuestadora especializada Latino Decisions le otorgó hoy un papel decisivo, al indicar según sus sondeos que se producirá una participación histórica en las urnas, que además se espera que esté dirigido a favor de Obama. (DPA)
La estrategia de ambos fue, en vez de esgrimir argumentos nuevos, volver a defender los puntos que a su juicio los diferencian. "Debemos preservar lo conseguido y seguir adelante", fue la frase del actual presidente demócrata, desde su primer acto hoy, en Wisconsin. De esta manera, a lo largo de la jornada, Obama se dedicó a repasar los éxitos de su mandato como acabar la guerra de Irak, impulsar la reforma santiaria o cortar la sangría económica.
"Nuestra tarea todavía no está compleatada, nuestra lucha continúa porque esta nación no puede tener éxito sin una clase media vibrante y creciente", subrayó.
Romney, por su parte, insistió en presentarse como el "verdadero cambio" tras la decepción que afirma han supuesto cuatro años de Obama en los que "prometió cambio pero no lo proporcionó". Además de los varios viajes que hizo Romney estos últimos días, mañana, tras votar en Massachussets a primera hora de la mañana, se desplazará nuevamente a Ohio y a Pennsylvania, en busca de los votos que puedan marcar la diferencia.
Este intento por conseguir votos se entiende mejor si se recuerda que las encuestas de las últimas horas no presentan cambios fundamentales en una carrera que lleva semanas prácticamente empatada dentro del margen estadístico de error. Un sondeo de CNN muestra un empate total con el 49 por ciento de los votos para cada uno, lo que hace pronosticar para este martes una de las elecciones más ajustadas de la historia.
Otro punto a tener en cuenta en las elecciones es la importancia del voto hispano. La encuestadora especializada Latino Decisions le otorgó hoy un papel decisivo, al indicar según sus sondeos que se producirá una participación histórica en las urnas, que además se espera que esté dirigido a favor de Obama. (DPA)
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