Por Nicolás Iriarte
12 Noviembre 2012
LARGAMENTE MERECIDO. Rodríguez expresó que el 2 a 0 fue producto de un partido en el que casi no sufrieron sobresaltos. "Creo que ellos no generaron una sola situación de gol", dijo tras el partido.
Costó ver un ceño fruncido en la zona mixta. Sin contar los del vestuario visitante, los pocos que hubo en local eran por la insistencia de los cronistas en obtener impresiones de lo que fue un triunfo resonante para Atlético. El clima era similar a lo que cuentan los colegas que estuvieron en Florencio Varela cuando el equipo se cargó al "halcón" por 5 a 2. Esta vez fue un "modesto" 2 a 0, pero el que estuvo en frente fue Olimpo, líder del torneo y nadie quiere que las consecuencias de esta victoria sean similares a las que le siguieron a la goleada en Buenos Aires.
"No volvamos a pensar que somos Real Madrid", pidió mesura Ricardo Rodríguez, haciendo referencia a lo que pasó después de aquel sábado lleno de goles. Los elogios de propios y extraños llegaron rápido, así como un estado de rélax nada recomendable. Después, el resultado fue traumático: Atlético pasó cuatro partidos sin victorias y recién la conseguiría gracias a un milagro futbolístico como el que sucedió frente a Merlo, con goles en el descuento.
Lo de ayer, lejos estuvo de ser milagroso. Cada uno de los movimientos del "decano" estuvieron bien fundamentados, como pasó en la fecha 3. Por eso, la cautela del entrenador. "Si no, después nos equivocamos y terminamos castigando a jugadores que dejaron todo", justifica el técnico.
A lo que se refiere Rodríguez es a los extremos. En la alabanza o la crítica y lo de ayer se presta para lo primero. "Igual hay que seguir así, con los dientes apretados y jugando como lo hicimos", dice Cristian Lucchetti evitando ahondar en halagos. Sabe que volver a destapar el champagne a mitad de camino sería un pecado.
No es que después del partido con Defensa desde el cuerpo técnico no se haya intentado lo mismo. "Tuvimos contundencia, y eso es muy importante. Si me preguntan cómo estamos, digo que estamos en crecimiento, pero vamos de a poco", había dicho en ese entonces "RR", algo similar a lo que manifestó ayer.
Ahora, la cuestión será que el mensaje se escuche fuerte y claro porque el torneo da para todo. Nueva Chicago (penúltimo en ese momento) complicó la vida de Atlético como casi nunca pudo hacerlo Olimpo, el puntero. Es decir, agrandarse sólo porque Instituto también navega por las últimas posiciones, sería un error graso.
En jugadores puntuales, el tan mentado 5 a 2, predispuso a varios: la mayoría del público espera que Federico Almerares convierta esa vaselina exquisita todos los partidos, pero no se puede. Quizás, si pasan un par de partidos sin que Gabriel Méndez la meta desde afuera, pueden impacientarse. Lo que venga será diferente, de cualquier manera, pero si la actitud es la misma, el resultado podrá repetirse.
"No volvamos a pensar que somos Real Madrid", pidió mesura Ricardo Rodríguez, haciendo referencia a lo que pasó después de aquel sábado lleno de goles. Los elogios de propios y extraños llegaron rápido, así como un estado de rélax nada recomendable. Después, el resultado fue traumático: Atlético pasó cuatro partidos sin victorias y recién la conseguiría gracias a un milagro futbolístico como el que sucedió frente a Merlo, con goles en el descuento.
Lo de ayer, lejos estuvo de ser milagroso. Cada uno de los movimientos del "decano" estuvieron bien fundamentados, como pasó en la fecha 3. Por eso, la cautela del entrenador. "Si no, después nos equivocamos y terminamos castigando a jugadores que dejaron todo", justifica el técnico.
A lo que se refiere Rodríguez es a los extremos. En la alabanza o la crítica y lo de ayer se presta para lo primero. "Igual hay que seguir así, con los dientes apretados y jugando como lo hicimos", dice Cristian Lucchetti evitando ahondar en halagos. Sabe que volver a destapar el champagne a mitad de camino sería un pecado.
No es que después del partido con Defensa desde el cuerpo técnico no se haya intentado lo mismo. "Tuvimos contundencia, y eso es muy importante. Si me preguntan cómo estamos, digo que estamos en crecimiento, pero vamos de a poco", había dicho en ese entonces "RR", algo similar a lo que manifestó ayer.
Ahora, la cuestión será que el mensaje se escuche fuerte y claro porque el torneo da para todo. Nueva Chicago (penúltimo en ese momento) complicó la vida de Atlético como casi nunca pudo hacerlo Olimpo, el puntero. Es decir, agrandarse sólo porque Instituto también navega por las últimas posiciones, sería un error graso.
En jugadores puntuales, el tan mentado 5 a 2, predispuso a varios: la mayoría del público espera que Federico Almerares convierta esa vaselina exquisita todos los partidos, pero no se puede. Quizás, si pasan un par de partidos sin que Gabriel Méndez la meta desde afuera, pueden impacientarse. Lo que venga será diferente, de cualquier manera, pero si la actitud es la misma, el resultado podrá repetirse.
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