27 Noviembre 2012
REUNIDOS. Baltazar Garzón, junto al juez Fernando Poviña y Milagro Sala. TELAM
JUJUY.- El ex juez español Baltasar Garzón respaldó hoy el avance de la causa judicial en la que está procesado el empresario Carlos Blaquier, dueño del ingenio Ledesma, por crímenes de lesa humanidad cometidos en Jujuy durante la última dictadura cívico-militar.
"Espero que las causas, y esta en particular, la del ingenio Ledesema, llegue hasta sus últimas consecuencias", dijo Garzón antes de reunirse en la capital jujeña con el juez federal Fernando Poviña, el magistrado que procesó a Blaquier por su responsabilidad en la desaparición de 29 personas.
El juez español, quien asistió más tarde a un multitudinario acto en la sede de la organización político-social Tupac Amaru, en el centro de San Salvador, subrayó que se trata de "un juicio legal, justo y con todas las garantías".
"La dictadura no se construye sólo con la fuerza militar, sino con los apoyos del ámbito económico, que también deben de ser valorados y enjuiciados, si hay indicios de que han cometido esos crímenes. La ley es igual para todos", subrayó.
"Entre todos y todas debemos proteger a Poviña, porque la fuerza de un hombre solo puede mover montañas pero también puede ser silenciada", dijo Garzón a la multitud que lo recibió en la sede de la Tupac Amaru, principal organización político-social de Jujuy.
De la reunión con Poviña participaron también el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Remo Carlotto; el titular de la Unidad Fiscal de seguimiento de causas por violación de los derechos humanos, Jorge Auat, y la dirigente de la Tupac Amaru, Milagro Sala, entre otros.
En declaraciones a la prensa, relató que con Poviña hablaron "de la situación del proceso, siempre con la reserva que el juez tiene que tener respecto a las investigaciones", y destacó "la decisión" del nagistrado y su equipo "de seguir adelante con esa investigación".
Garzón respaldó la causa en curso como "una medida de salud democrática, sobre todo de reparación a las víctimas, que durante tanto tiempo no han tenido". (Télam)
"Espero que las causas, y esta en particular, la del ingenio Ledesema, llegue hasta sus últimas consecuencias", dijo Garzón antes de reunirse en la capital jujeña con el juez federal Fernando Poviña, el magistrado que procesó a Blaquier por su responsabilidad en la desaparición de 29 personas.
El juez español, quien asistió más tarde a un multitudinario acto en la sede de la organización político-social Tupac Amaru, en el centro de San Salvador, subrayó que se trata de "un juicio legal, justo y con todas las garantías".
"La dictadura no se construye sólo con la fuerza militar, sino con los apoyos del ámbito económico, que también deben de ser valorados y enjuiciados, si hay indicios de que han cometido esos crímenes. La ley es igual para todos", subrayó.
"Entre todos y todas debemos proteger a Poviña, porque la fuerza de un hombre solo puede mover montañas pero también puede ser silenciada", dijo Garzón a la multitud que lo recibió en la sede de la Tupac Amaru, principal organización político-social de Jujuy.
De la reunión con Poviña participaron también el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Remo Carlotto; el titular de la Unidad Fiscal de seguimiento de causas por violación de los derechos humanos, Jorge Auat, y la dirigente de la Tupac Amaru, Milagro Sala, entre otros.
En declaraciones a la prensa, relató que con Poviña hablaron "de la situación del proceso, siempre con la reserva que el juez tiene que tener respecto a las investigaciones", y destacó "la decisión" del nagistrado y su equipo "de seguir adelante con esa investigación".
Garzón respaldó la causa en curso como "una medida de salud democrática, sobre todo de reparación a las víctimas, que durante tanto tiempo no han tenido". (Télam)