28 Noviembre 2012
FRAGUADO. Estando secuestrada, a Jara de Cabezas la obligaron a participar de un reportaje sobre su hijo "subversivo". FOTO ARCHIVO
BUENOS AIRES.- Uno de los responsables de la revista "Para Ti" deberá dar explicaciones ante la Justicia por un reportaje fraguado, a la madre de un desaparecido, durante la dictadura cívico-militar. La mujer, Thelma Jara de Cabezas, se encontraba detenida en la Escuela de Mecánica de la Armada cuando se hizo el supuesto reportaje.
La Cámara Federal ratificó el llamado a indagatoria a Agustín Juan Bottinelli, en los términos del nuevo Código Procesal Penal de la Nación, pese a que él había pedido exponer en los términos del "viejo" código.
Los camaristas Eduardo Farah y Martín Irurzun narraron el extenso derrotero judicial que atravesó el expediente iniciado el 31 de mayo de 1984 por denuncia de Eduardo Varela Cid quien pidió se investiguen "los eventos que rodearan el reportaje publicado por la revista "Para Ti" a Jara de Cabezas mientras se encontraba ilegalmente privada de su libertad en la ESMA".
El expediente -reabierto el 20 de mayo de 2008 por el abogado Pablo Llonto, en representación de Jara de Cabezas- debía tramitarlo el juez federal Sergio Torres, juez que investiga la "megacausa" por delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA, según determinó la Cámara Federal de Casación Penal .
"La intervención de terceros particulares, a través de la supuesta realización de una nota periodística construida falsamente, con el fin de ocultar la situación de detención ilegal de la denunciante, guarda relación directa a través de una intervención cuya relevancia penal cabe establecer, con los hechos investigados como crímenes ejecutados por agentes del Estado”. sostuvo la Cámara de Casación.
El tribunal apuntó que "la hipótesis de la acusación consiste en que los periodistas acordaron o se prestaron a un plan de propaganda dirigido a ocultar la práctica de detenciones ilegales y desapariciones forzadas".
En este caso "consistía en un montaje dirigido a simular o hacer aparecer que la señora Jara de Cabezas, y otro detenido, Lázaro Gladstein, estaban en libertad y daban reportajes, cuando en verdad continuaban detenidos y las autoridades ocultaban la existencia de la detención y la conexidad entre los hechos es evidente".
Los hechos ocurrieron cuando, según la denuncia, "el represor Ricardo Cavallo exigió a Jara de Cabezas, quien se encontraba ilegalmente cautiva en la ESMA, que se prestase a un reportaje fraguado en la revista "Para Ti", que se tituló "Habla la madre de un subversivo muerto".
Para ello "fue llevada a la peluquería, se le suministró ropa y fue llevada a una confitería donde se armó el supuesto "reportaje" con la presunta complicidad del director ejecutivo de Editorial Atlántida, Aníbal Vigil, y los miembros del staff editorial Lucrecia Gordillo y Botinelli".
El artículo de cinco páginas que salió publicado en la edición 2.983 de esa revista de modas fue realizado en una confitería ubicada en Figueroa Alcorta y Pampa, de esta Ciudad, y se la promocionó como "la Señora Thelma Jara de Cabezas es un testimonio nunca antes contado. Es sacar a la luz la verdad y la infamia que se esconden detrás de grupos con clara e inequívoca ideología, que se amparan en una supuesta y malintencionada defensa de los derechos humanos".
La propia víctima narraría después, en un reportaje del periodista Miguel Bonasso, que como parte de la barbarie ocurrida en la ESMA, las bandas que actuaban allí en complicidad con periodistas y empresas periodísticas planificaron la simulación de reportajes periodísticos para que los detenidos, actuando bajo amenazas, declararan a favor de los militares y en contra de sus propios familiares". (Télam)
La Cámara Federal ratificó el llamado a indagatoria a Agustín Juan Bottinelli, en los términos del nuevo Código Procesal Penal de la Nación, pese a que él había pedido exponer en los términos del "viejo" código.
Los camaristas Eduardo Farah y Martín Irurzun narraron el extenso derrotero judicial que atravesó el expediente iniciado el 31 de mayo de 1984 por denuncia de Eduardo Varela Cid quien pidió se investiguen "los eventos que rodearan el reportaje publicado por la revista "Para Ti" a Jara de Cabezas mientras se encontraba ilegalmente privada de su libertad en la ESMA".
El expediente -reabierto el 20 de mayo de 2008 por el abogado Pablo Llonto, en representación de Jara de Cabezas- debía tramitarlo el juez federal Sergio Torres, juez que investiga la "megacausa" por delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA, según determinó la Cámara Federal de Casación Penal .
"La intervención de terceros particulares, a través de la supuesta realización de una nota periodística construida falsamente, con el fin de ocultar la situación de detención ilegal de la denunciante, guarda relación directa a través de una intervención cuya relevancia penal cabe establecer, con los hechos investigados como crímenes ejecutados por agentes del Estado”. sostuvo la Cámara de Casación.
El tribunal apuntó que "la hipótesis de la acusación consiste en que los periodistas acordaron o se prestaron a un plan de propaganda dirigido a ocultar la práctica de detenciones ilegales y desapariciones forzadas".
En este caso "consistía en un montaje dirigido a simular o hacer aparecer que la señora Jara de Cabezas, y otro detenido, Lázaro Gladstein, estaban en libertad y daban reportajes, cuando en verdad continuaban detenidos y las autoridades ocultaban la existencia de la detención y la conexidad entre los hechos es evidente".
Los hechos ocurrieron cuando, según la denuncia, "el represor Ricardo Cavallo exigió a Jara de Cabezas, quien se encontraba ilegalmente cautiva en la ESMA, que se prestase a un reportaje fraguado en la revista "Para Ti", que se tituló "Habla la madre de un subversivo muerto".
Para ello "fue llevada a la peluquería, se le suministró ropa y fue llevada a una confitería donde se armó el supuesto "reportaje" con la presunta complicidad del director ejecutivo de Editorial Atlántida, Aníbal Vigil, y los miembros del staff editorial Lucrecia Gordillo y Botinelli".
El artículo de cinco páginas que salió publicado en la edición 2.983 de esa revista de modas fue realizado en una confitería ubicada en Figueroa Alcorta y Pampa, de esta Ciudad, y se la promocionó como "la Señora Thelma Jara de Cabezas es un testimonio nunca antes contado. Es sacar a la luz la verdad y la infamia que se esconden detrás de grupos con clara e inequívoca ideología, que se amparan en una supuesta y malintencionada defensa de los derechos humanos".
La propia víctima narraría después, en un reportaje del periodista Miguel Bonasso, que como parte de la barbarie ocurrida en la ESMA, las bandas que actuaban allí en complicidad con periodistas y empresas periodísticas planificaron la simulación de reportajes periodísticos para que los detenidos, actuando bajo amenazas, declararan a favor de los militares y en contra de sus propios familiares". (Télam)
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