05 Diciembre 2012
BUENOS AIRES.- Hinchas de Independiente, angustiados por las aciagas horas que vive el equipo, inmerso en la zona del descenso y con un futuro cada día más oscuro, exteriorizaron su pesar colocando banderas en la puerta del predio de Villa Domínico, donde se entrenó el plantel.
En la primera de todas las insignias que se mostró, y quizá la más llamativa, los simpatizantes "rojos" consideraron más nociva la situación deportiva del equipo que la enfermedad del cáncer.
"Jugadores: Mi cáncer no me mata, si nos vamos al descenso me voy a morir de tristeza", reza la bandera ubicada en la entrada al lugar de entrenamiento de los dirigidos por Américo Rubén Gallego.
Las palabras "jugadores", "descenso" y "tristeza" está escritas en rojo en un claro mensaje hacia los futbolistas, en este caso no cargado de violencia sino de desconsuelo.
Luego, con el transcurso de la práctica, la puerta del predio se fue poblando de banderas y de un tenor diferente, con preferencia al "llamado de atención" para los jugadores y con la idea de que comprendan dónde están jugando y qué se están jugando.
"Haganse cargo, esto es Independiente", fue una de esas banderas que se encargó de "avisarles" a los futbolistas sobre la realidad que están viviendo.
Otros estandartes hicieron alusión al desempeño del equipo el pasado domingo en el cotejo que perdió ante San Lorenzo, criticando el temperamento expuesto por los jugadores y rezaban "Poniendo más huevo se ganaba" y "La vida por la gloria".
Finalmente, otra bandera tenía como inscripción una demostración de amor por los colores más allá de lo que suceda y indicaba: "Siempre te seguiré amando", al lado del escudo del club.
Independiente, el "Rey de Copas", un equipo históricamente ligado a epopeyas deportivas, vive su hora deportiva más negra y los hinchas manifiestan sus sentimientos con mensajes diferentes. (Télam)
En la primera de todas las insignias que se mostró, y quizá la más llamativa, los simpatizantes "rojos" consideraron más nociva la situación deportiva del equipo que la enfermedad del cáncer.
"Jugadores: Mi cáncer no me mata, si nos vamos al descenso me voy a morir de tristeza", reza la bandera ubicada en la entrada al lugar de entrenamiento de los dirigidos por Américo Rubén Gallego.
Las palabras "jugadores", "descenso" y "tristeza" está escritas en rojo en un claro mensaje hacia los futbolistas, en este caso no cargado de violencia sino de desconsuelo.
Luego, con el transcurso de la práctica, la puerta del predio se fue poblando de banderas y de un tenor diferente, con preferencia al "llamado de atención" para los jugadores y con la idea de que comprendan dónde están jugando y qué se están jugando.
"Haganse cargo, esto es Independiente", fue una de esas banderas que se encargó de "avisarles" a los futbolistas sobre la realidad que están viviendo.
Otros estandartes hicieron alusión al desempeño del equipo el pasado domingo en el cotejo que perdió ante San Lorenzo, criticando el temperamento expuesto por los jugadores y rezaban "Poniendo más huevo se ganaba" y "La vida por la gloria".
Finalmente, otra bandera tenía como inscripción una demostración de amor por los colores más allá de lo que suceda y indicaba: "Siempre te seguiré amando", al lado del escudo del club.
Independiente, el "Rey de Copas", un equipo históricamente ligado a epopeyas deportivas, vive su hora deportiva más negra y los hinchas manifiestan sus sentimientos con mensajes diferentes. (Télam)