Los dos hombres hallados sin vida habían fallecido por causas naturales

La Policía los identificó como Mario Cisterna y Tomás Manuel Rose.

04 Enero 2013
Los informes de las autopsias practicadas a los dos cuerpos que aparecieron durante los dos primeros días del año en la capital se conocieron ayer y quedó descartado que haya existido un homicidio, según confirmó la Policía.

El primer cadáver había sido hallado durante la tarde del 1 de enero en la zona de La Cartujana y vías, a unos 200 metros del Pozo de Vargas. Un grupo de jóvenes que caminaban por el lugar sintieron el olor nauseabundo que emanaba del cuerpo y alertaron a la Policía.

Ayer se supo que los restos pertenecían a Mario Adolfo Cisterna. El hombre tenía 33 años aproximadamente, vivía en el barrio Los Lapachos de Tafí Viejo y tenía problemas de adicciones.

"Estaba enfermo y solía escaparse de su casa, por eso los familiares no habían hecho la denuncia. La última vez que salió fue el 25 de diciembre y ya no volvió. Se cree que pudo haber sufrido un ACV", señaló el jefe de Policía, Jorge Racedo.

A la mañana siguiente del hallazgo de Cisterna, los empleados de una empresa constructora encontraron un cadáver. El cuerpo estaba dentro de un zanjón, en una cortada de ladrillos ubicada en un descampado de la zona suroeste de la capital, en el barrio "72 viviendas".

Ayer se conoció que se trataba de Tomás Manuel Rose, de 79 años. En este caso, el hombre padecía arterioesclerosis y, al igual que Cisterna, solía irse voluntariamente de su casa. Pero el 20 de diciembre salió de la vivienda, situada en Junín al 1.100, y no regresó más.

El jefe de Policía descartó que alguno de los dos hombres haya fallecido como consecuencia de un hecho de violencia.

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