"Les pido a los ministros mayor militancia", afirmó Alperovich tras la renuncia de Zamudio

El gobernador le "bajó línea" a su gabinete: exigió más "compromiso" y avisó que ningún funcionario debe "dormirse en los laureles". El titular del PE negó que la salida del ex mirandista se deba a la falta de confianza. Visitas en la residencia del mandatario.

RECORRIDO OFICIAL. Ayer a la mañana, el gobernador, José Alperovich -al centro de la foto, de saco y sin corbata-, visitó los talleres de Tafí Viejo.  PRENSA Y DIFUSION RECORRIDO OFICIAL. Ayer a la mañana, el gobernador, José Alperovich -al centro de la foto, de saco y sin corbata-, visitó los talleres de Tafí Viejo. PRENSA Y DIFUSION
23 Enero 2013
La escena se produjo ayer a la mañana, en la casa del gobernador, José Alperovich. José "Gallito" Gutiérrez -el legislador oficialista que había defendido la suba del 36% a los gastos sociales de la Cámara advirtiendo que "la política es una maquinaria, y aceitarla cuesta dinero"- estaba sentado a la mesa, hablando con otros dirigentes del alperovichismo. De pronto, Enrique Zamudio -el hombre que la semana pasada había deslizado críticas a las erogaciones discrecionales de "Gallito" y de los demás parlamentarios, y que debió renunciar el lunes como ministro de Desarrollo Social- atravesó el umbral de la puerta, y el clima distendido de la reunión se transformó en un silencio tenso.

Zamudio avanzó sereno, y saludó a su sucesora -y antecesora- en la cartera que dirigía: la por ahora diputada nacional Beatriz Mirkin. También les deseó buenos días al dueño de casa; al ministro del Interior, Osvaldo Jaldo; al ministro de Seguridad, Jorge Gassenbauer; y a los legisladores oficialistas Regino Amado (presidente subrogante de la Legislatura), José León (primo del mandatario) y Dante Loza.

La seguidilla de besos y de apretones de manos siguió hasta donde estaba "Gallito", y no se detuvo allí. Pese al cruce mediático previo a su dimisión, Zamudio saludó a Gutiérrez, éste devolvió el gesto, y ambos trataron de mostrarse libres de rencores.

Cinco minutos más tarde, tras intercambiar unas pocas palabras con los demás dirigentes, el ex funcionario mirandista y "Betty" Mirkin se marcharon de la residencia Alperovich para hablar sobre la situación de la cartera de Desarrollo Social. Así, Zamudio se despidió -al menos por ahora- del gabinete del PE.

¿Pero por qué se fue?

El detonante
El día después de la renuncia de Zamudio, la primera lectura que hacen en el oficialismo es que sus dichos sobre los gastos sociales del Parlamento fueron el detonante, pero no la causa principal de su salida. "Él (por Gutiérrez) tiene que legislar para la comunidad", había sido el "consejo" del ex funcionario mirandista. Sus palabras fueron publicadas justo el día del cumpleaños de "Gallito", quien días atrás había detallado que usa los recursos legislativos para mantenerse vigente en el circuito político. Y la tensión entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo creció aún más.

Algunos alperovichistas de peso analizan la dimisión de Zamudio como un hecho muy vinculado al regreso de Mirkin.

El primero es considerado un peronista "de la vieja escuela". La segunda está mucho más identificada con la gestión kirchnerista; sobre todo con Kolina, el brazo de Unidos y Organizados que comanda la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner. Además, según estas interpretaciones, Alperovich quizás decidió optar por alguien de su entorno para manejar una cartera clave en un año electoral.

De hecho, a Gutiérrez ya le agradecieron, en tono jocoso, que haya "liberado el camino" para el retorno de la diputada. Pero, a la vez, a "Gallito" le aclararon que por ahora prefieren no leer más declaraciones públicas suyas.

Producir cambios
Ayer, luego de que visitara obras en una escuela de Tafí Viejo, Alperovich fue consultado por LA GACETA respecto a los cambios en su gabinete.

- La salida de Zamudio y la vuelta de Mirkin, ¿implican que se achica la lista de funcionarios de su confianza?

- ¿Por qué me pregunta eso? (...) Zamudio es una excelente persona. Es un hombre de bien. Yo, como gobernador, tengo que hacer los cambios porque debo hacer lo que creo que me conviene más. Pero bajo ningún punto de vista (sucede) que no le tengo confianza a Zamudio. Él va a seguir trabajando con nosotros, va a estar en el área de Desarrollo Social, pero no me tiene que decir que los cambios son porque uno no le tiene confianza. Cuando uno maneja un gobierno hay momentos en los que tenés que producir algunos cambios.

Más tarde, Alperovich aprovechó para darles un mensaje a sus funcionarios. "No hay que dormirse en los laureles, nadie es eterno; lo que busco es que nadie se duerma", aseguró. Y profundizó: "les pido a todos los ministros mayor militancia y compromiso".

La salida de Zamudio es la segunda en poco más de un mes que sufre el gabinete alperovichista. En diciembre, luego de que Susana Trimarco lo tratara de "inútil", el ministro de Seguridad, Mario López Herrera, dejó su cargo. Lo reemplazó otro hombre de confianza del gobernador: el hasta entonces ministro de Coordinación, Jorge Gassenbauer.

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