26 Enero 2013
ALTA EN EL CIELO. Una decena de equipos buscará hoy quedarse con la Copa de Oro en el certamen que atrae a jugadores de todo el país por el maravilloso paisaje que le sirve de escenario.
La tradicional Estancia "El Churqui" ya no solo es conocida por los exquisitos quesos "Z" que elabora ni por sus estupendas canchas de polo. Desde 2001, tiene el privilegio de oficiar como escenario del Seven de Tafí del Valle, torneo que se ha ganado con el correr de los años un importante lugar en la agenda anual, deportiva y social de Tucumán.
Así como la de los quesos, la fórmula del Seven es infalible: rugby de alto vuelo, música, promotoras, stands, juegos y amigos del ambiente ovalado. Todo enmarcado por la majestuosidad del paisaje tafinisto.
"Es una de las paradas más lindas a nivel nacional para jugar", no duda en definirlo Andrés Chavanne, que jugará para uno de los dos seleccionados tucumanos. "Por el marco que tiene, por la competencia que ofrece y, lo más importante, porque es nuestro. Por eso es muy lindo jugarlo. Y ganarlo", expone sus razones el fullback de Lawn Tennis, que en 2012 levantó la Copa de Oro jugando para Duppla, uno de los dos equipos campeones.
"Cuando era chico venía todos los años a ver el Seven y quería jugarlo. Por eso ahora cada vez que tengo la oportunidad de estar, no dudo en venir. Es una prueba muy exigente", concluye Cheto. Agustín Cortés, otro de los 20 convocados a los equipos "naranjas", adhiere a la postura del primero sobre la dificultad. Sobre todo para un velocista como él.
"El tema es que a esa altura hay poco oxígeno y no te podés largar a correr así nomás. Es como la abeja: metés un pique y te morís. Por eso la clave es aguantar. Si uno está bien entrenado, lo puede hacer sin problemas. Por suerte en el club ya venimos con un par de semanas de pretemporada", revela el de Los Tarcos.
Pero se sabe que el Seven de Tafí es mucho más que rugby. "El show es tremendo, la gente viene, ve, se divierte, cero problemas. Gracias a Dios todo el mundo se conoce y se ven muchos amigos. Está muy bueno", resume Agustín, a la espera de una jornada amistosa, climáticamente hablando. "Ojalá haya buen clima y se mantenga todo el día, para que vaya más gente. Porque lo más importante es eso: que vengan, se diviertan y colaboren".
Así como la de los quesos, la fórmula del Seven es infalible: rugby de alto vuelo, música, promotoras, stands, juegos y amigos del ambiente ovalado. Todo enmarcado por la majestuosidad del paisaje tafinisto.
"Es una de las paradas más lindas a nivel nacional para jugar", no duda en definirlo Andrés Chavanne, que jugará para uno de los dos seleccionados tucumanos. "Por el marco que tiene, por la competencia que ofrece y, lo más importante, porque es nuestro. Por eso es muy lindo jugarlo. Y ganarlo", expone sus razones el fullback de Lawn Tennis, que en 2012 levantó la Copa de Oro jugando para Duppla, uno de los dos equipos campeones.
"Cuando era chico venía todos los años a ver el Seven y quería jugarlo. Por eso ahora cada vez que tengo la oportunidad de estar, no dudo en venir. Es una prueba muy exigente", concluye Cheto. Agustín Cortés, otro de los 20 convocados a los equipos "naranjas", adhiere a la postura del primero sobre la dificultad. Sobre todo para un velocista como él.
"El tema es que a esa altura hay poco oxígeno y no te podés largar a correr así nomás. Es como la abeja: metés un pique y te morís. Por eso la clave es aguantar. Si uno está bien entrenado, lo puede hacer sin problemas. Por suerte en el club ya venimos con un par de semanas de pretemporada", revela el de Los Tarcos.
Pero se sabe que el Seven de Tafí es mucho más que rugby. "El show es tremendo, la gente viene, ve, se divierte, cero problemas. Gracias a Dios todo el mundo se conoce y se ven muchos amigos. Está muy bueno", resume Agustín, a la espera de una jornada amistosa, climáticamente hablando. "Ojalá haya buen clima y se mantenga todo el día, para que vaya más gente. Porque lo más importante es eso: que vengan, se diviertan y colaboren".
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Seven Tafí del Valle