Por Miguel Eduardo Décima
26 Enero 2013
SAN MARTÍN SE AFERRÓ AL EMPATE EN CÓRDOBA. El "santo" reanudó su participación en el Argentino A. / SEBASTIAN CORDOBA (ESPECIAL PARA LA GACETA)
Año nuevo, falencias viejas. San Martín volvió a fallar en la puntada final y dejó pasar una nueva oportunidad de sumar de a tres fuera de La Ciudadela. El empate, 0 a 0 en San Francisco, le dejó un sabor agridulce al equipo de Carlos Ramacciotti.
En el arranque del duelo, el "santo" no la pasó bien. Sportivo salió a copar la parada. Ganó la mitad de cancha y, comandado por Juan Francia, intentó golpear primero. Pero, apareció Gustavo Ibáñez y el partido cambió por completo.
El "Ratón" rememoró viejos tiempos. Se colocó la capa, esa que lo transforma en "Súper", se puso el equipo al hombro y San Martín comenzó a dominar el juego. Movedizo y encarador, Ibáñez redondeó, sobre todo por lo hecho en la primera parte, una actuación descollante. Pero las viejas falencias fueron la piedra en el zapato para los de Bolívar y Pellegrini. Sin el goleador Balvorín, el arco de Barucco quedó demasiado lejos.
En la primera mitad, jugando mejor que su rival, San Martín dispuso de varias chances para desnivelar. Pero entre yerros propios y virtudes del enemigo, el descanso llegó sin goles.
En el complemento, el nivel de juego cayó un poco. San Martín siguió ordenado en defensa, tratando de manejar los tiempos del partido. Luis Silba un par de veces y Rubén Molina, en la última jugada, casi sacuden la modorra de San Francisco. Pero nada iba a modificarse.
Para colmo Ibáñez, exhausto, dejó el campo de juego, y con el las ilusiones "santas" comenzaron a apagarse de a poco.
San Martín sumó un punto en una cancha complicada. Aunque por como se dio el trámite del partido, parece haber perdido dos.
En el arranque del duelo, el "santo" no la pasó bien. Sportivo salió a copar la parada. Ganó la mitad de cancha y, comandado por Juan Francia, intentó golpear primero. Pero, apareció Gustavo Ibáñez y el partido cambió por completo.
El "Ratón" rememoró viejos tiempos. Se colocó la capa, esa que lo transforma en "Súper", se puso el equipo al hombro y San Martín comenzó a dominar el juego. Movedizo y encarador, Ibáñez redondeó, sobre todo por lo hecho en la primera parte, una actuación descollante. Pero las viejas falencias fueron la piedra en el zapato para los de Bolívar y Pellegrini. Sin el goleador Balvorín, el arco de Barucco quedó demasiado lejos.
En la primera mitad, jugando mejor que su rival, San Martín dispuso de varias chances para desnivelar. Pero entre yerros propios y virtudes del enemigo, el descanso llegó sin goles.
En el complemento, el nivel de juego cayó un poco. San Martín siguió ordenado en defensa, tratando de manejar los tiempos del partido. Luis Silba un par de veces y Rubén Molina, en la última jugada, casi sacuden la modorra de San Francisco. Pero nada iba a modificarse.
Para colmo Ibáñez, exhausto, dejó el campo de juego, y con el las ilusiones "santas" comenzaron a apagarse de a poco.
San Martín sumó un punto en una cancha complicada. Aunque por como se dio el trámite del partido, parece haber perdido dos.
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