La sequía condicionó el plan de siembra propuesto

Estaba todo previsto para implantar maíz, pero la falta de lluvia ha afectado.

01 Febrero 2013
El plan de siembra 2012-2013 no se desarrolló tal cual se había previsto debido a la sequía. El déficit hídrico en campos condicionó a los productores tucumanos, quienes se vieron obligados a implantar soja o maíz en función del tiempo y la prevalencia de humedad de los suelos. "Creo que era un año pensado para el maíz. Considero que no se llegó a ese objetivo debido a la fuerte sequía que tuvimos sobre el período de siembra", dijo Sebastián Robles Terán, presidente de la Sociedad Rural de Tucumán (SRT).

El maíz se ve afectado más que la soja en años secos, ya que su período de floración es mas corto que otros granos. Sin embargo, una siembra de soja se realiza sobre mayor reserva de humedad cuando viene de maíz. "Se logra así que la soja pueda defenderse mejor, expresó el dirigente.

En Tucumán, según el titular de la SRT, la tendencia en los últimos años fue la rotación de dos años de soja y una de maíz. "Los productores optaron por la soja porque venía generando un mayor ingreso y permitía el acceso a la comercialización sin complicaciones. Eso hizo que se inclinaran a la rotación dos a uno", remarcó.

¿Para que buscaron la alternancia de esas plantas? Robles Terán comentó que mediante esta práctica pueden evitarse los problemas que generan las malas hierbas. "La rotación permite también una variación en el uso de herbicidas contra las malezas. Vamos rotando los tratamientos fitosanitarios", agregó.

El dirigente también aclaró que la alternancia de soja y maíz permite bajar la población de picudos, que ha generado daños significativos en los lotes. También se obtiene una mejor producción de soja sin acudir a mayores dosis de insecticidas.

"Es decir, las plagas, las malezas y la cobertura y estructura del suelo, nos llevan a la rotación de cultivos", sintetizó Robles Terán.

Alternativa
El presidente de la SRA expresó que hay otra clase de alternancia durante del año. "Aquí se incluye al cultivo de invierno y se suman cuatro siembras diferentes para las campañas de invierno y verano. El objetivo es tener humedad en invierno para tener más producción. El trigo y el maíz nos dejan coberturas para el próximo cultivo. Buscamos al trigo no tanto por el rendimiento, sino por esa cobertura. El maíz actúa de la misma forma en la campaña de verano", recalcó el Robles Terán, quien informó que las últimas siembras -realizadas durante la segunda quincena de enero- "están comprometidas" por la falta de agua.

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