Buscando un ordenamiento y un consenso

En la última zafra, los productores e industriales azucareros no lograron acordar cómo será el manejo del sobre stock, en particular, lo que se destinará a la exportación. A la vuelta de la esquina, la demanda mundial de azúcar y de bioetanol sigue creciendo. El futuro de este negocio no será bueno si persisten los desacuerdos.

 LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
La semana pasada se confirmó en LA GACETA Rural cual es la condición de los cañaverales tucumanos en la actualidad y que debía pasar con el clima para que las cañas puedan expresar todo su potencial productivo.

Los técnicos de la Estación Experimental (Eeaoc) afirmaron que las lluvias -pocas- que se registraron en enero no fueron suficientes para un adecuado crecimiento del cultivo, por lo que las precipitaciones futuras deberían presentarse de manera más regular en toda el área cañera para que los resultados agronómicos sean los óptimos y así el productor cubra su expectativa.

Pero lo preocupante pasa porque buenos resultados agronómicos pueden ser catastróficos para el mercado azucarero nacional, debido a que más azúcar generará precios más bajos.

Es importante destacar el aumento de la superficie implantada con caña en los últimos dos años, llegando actualmente a valores de unas 270.000 hectáreas.

Hoy, el sector seguramente espera con ansiedad los estudios pre zafra que realiza todas las campañas la Eeaoc en la cual se dan valores de superficie, rendimientos culturales y posibles rendimientos fabriles.

Se tiene en cuenta esto debido a que en la zafra pasada los productores cañeros e industriales nuevamente no se pusieron de acuerdo para solucionar los vaivenes del mercado domestico, por lo que se volvió a "sobre estoquearse". Es un fenómeno que siempre ocurre cuando las conversaciones entre las partes no llegan a buen puerto.

El precio de la bolsa de azúcar actualmente se encuentra en valores que fluctúan en los $135, cuando a comienzo de la zafra pasada la bolsa superaba los $200.

Por ello, el gobernador José Alperovich y el ministro de la Producción Jorge Feijóo, manifestaron ayer a LA GACETA la necesidad de regular el mercado azucarero para evitar la caída de los precios, que en definitiva perjudica a todos.

El proyecto de ley saldrá seguramente antes del inicio de la próxima zafra y tendrá en cuenta los stock actuales de azúcar y cuál será el volumen de caña a moler a partir de abril, mes que habitualmente comienzan a moler algunos ingenios.

La entidad que representa a los pequeños productores cañeros, la Federación Agraria Argentina (FAA), afirma que el stock actual es de más de 400.000 toneladas de caña y que si se suma a un valor similar que se puede tener este año, se debería hablar de un excedente de más de 800.000 toneladas que si o si deben salir a los mercados internacionales.

El excedente aun puede ser mayor si las condiciones climáticas durante lo que queda de la etapa de crecimiento de las cañas son como deben ser. En el verano, las lluvias y las temperaturas son considerables, lo que hace indispensable regular el mercado y que lo que disponga el proyecto de ley que presente el Poder Ejecutivo, se cumpla de cualquier manera.

El titular del PE afirmó que este año habrá problemas con el precio del azúcar y para evitar o disminuir los inconvenientes del sobre stock será necesario que haya una ley que ordene al sector.

Por su parte, el Ministro de la Producción afirmó que el proyecto está muy avanzado y que el objetivo es establecer los reales excedentes, cuáles serán los destinos de la exportación y el abastecimiento de la producción de alcohol.

Es inconcebible que todavía en Argentina sucedan estos problemas, mas aun cuando se estima que la demanda mundial de azúcar en 2020 podría llegar a las 200,678 millones de toneladas (crudo). La tasa de crecimiento del consumo mundial de azúcar se mantendría relativamente sólida, en un 2% anual, aunque este porcentaje represente un debilitamiento relativo con respecto a la década anterior, en la cual el consumo mundial aumentó en un 2,7% anual.

Preocupa que a pesar de que el consumo de azúcar en el mundo aumenta, aunque sea a una escala menor a la necesaria, los tucumanos nos empeñamos a pelearnos y a mirar siempre el corto plazo, y solo en el mercado interno del azúcar.

Esperemos que la decisión de tener una nueva normativa que proteja el mercado del azúcar pueda servir al sector, y que quienes tengan la sartén por el mango a la hora de decidir qué hacer con el azúcar, puedan cumplir como corresponda con lo estipulado en la futura ley.

Si realmente el sector no se comporta como debe y no cumple con lo que pueda estipular la nueva reglamentación, el futuro inmediato de la agroindustria madre tucumana será muy negro. Depende de como actuemos cuando se tenga una herramienta que establezca un ordenamiento azucarero.

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