16 Febrero 2013
"SOY ARGENTINO". El canciller negó que sea traidor a su pueblo. DYN
BUENOS AIRES.- El canciller, Héctor Timerman, acusó al presidente de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), Guillermo Borger, de buscar poner un freno a la Justicia, para impedir que avance la causa por el atentado de julio de 1994. Además, volvió a criticarlo por su hipótesis sobre un eventual tercer atentado. Borger había dicho que si avanzaba el memorándum de entendimiento, que firmó la Nación con Irán, se abría la puerta para un tercer ataque, luego de los perpetrados contra la embajada de Israel, en 1992, y contra la AMIA.
Según la teoría de Timerman, Borger quiere frenar la investigación porque un ex presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) se encuentra entre los imputados. "Borger sale a hablar de un tercer atentado; fue una frase que le salió mal en su intento por frenar a la Justicia, en su desesperación para que la causa no avance porque un (ex) presidente de la DAIA está procesado por encubrimiento", enfatizó Timerman. Luego, agregó que se refería a Rubén Beraja, también ex principal responsable del liquidado banco Mayo.
Timerman también criticó la asamblea que dirigentes opositores y miembros de la comunidad judía argentina realizaron el jueves frente al Museo del Holocausto, para repudiar el memorándum. Durante ese acto, se oyeron voces muy críticas contra Timerman, al que incluso trataron de traidor, por profesar el credo judío y, a la vez, defender el acuerdo con Irán.
Contra una asamblea
Uno de los oradores del acto, el legislador porteño y rabino, Sergio Bergman, pidió perdón a los ciudadanos argentinos. "Malogramos el enorme privilegio que nos dio la democracia de tener un canciller judío", había dicho. Timerman indicó: "debería decir que le da vergüenza estar en el partido (del jefe de Gobierno de Buenos Aires), Mauricio Macri, porque este nombró al máximo encubridor del atentado al frente de la Policía Metropolitana, Jorge 'Fino' Palacios, que mandó a espiar a un familiar de las víctimas", en referencia a Sergio Burstein.
El propio Macri desestimó este argumento; dijo que resultaba obvio que la Nación intentaría desacreditar sus críticas al acuerdo con Irán mediante referencias hacia Palacios.
Timerman agregó que parte de la comunidad judía y los opositores asustan a la gente con la idea de un tercer ataque; y volvió a instar a Borger -como lo había hecho la presidenta, Cristina Fernández, mediante Twitter- que diga qué sabe sobre ese asunto. "Si alguien dice que van a matar a un señor, yo tengo derecho a preguntarle qué sabe (al respecto)", sostuvo.
El canciller también arremetió contra la diputada nacional por la ciudad de Buenos Aires Elisa Carrió (Coalición Cívica), que dijo que el canciller era un traidor a su pueblo. "¿A qué pueblo? Yo soy argentino. Pertenezco al pueblo argentino. De eso, nunca renegué. Estoy orgulloso de serlo", contestó el funcionario K. (DyN)
Según la teoría de Timerman, Borger quiere frenar la investigación porque un ex presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) se encuentra entre los imputados. "Borger sale a hablar de un tercer atentado; fue una frase que le salió mal en su intento por frenar a la Justicia, en su desesperación para que la causa no avance porque un (ex) presidente de la DAIA está procesado por encubrimiento", enfatizó Timerman. Luego, agregó que se refería a Rubén Beraja, también ex principal responsable del liquidado banco Mayo.
Timerman también criticó la asamblea que dirigentes opositores y miembros de la comunidad judía argentina realizaron el jueves frente al Museo del Holocausto, para repudiar el memorándum. Durante ese acto, se oyeron voces muy críticas contra Timerman, al que incluso trataron de traidor, por profesar el credo judío y, a la vez, defender el acuerdo con Irán.
Contra una asamblea
Uno de los oradores del acto, el legislador porteño y rabino, Sergio Bergman, pidió perdón a los ciudadanos argentinos. "Malogramos el enorme privilegio que nos dio la democracia de tener un canciller judío", había dicho. Timerman indicó: "debería decir que le da vergüenza estar en el partido (del jefe de Gobierno de Buenos Aires), Mauricio Macri, porque este nombró al máximo encubridor del atentado al frente de la Policía Metropolitana, Jorge 'Fino' Palacios, que mandó a espiar a un familiar de las víctimas", en referencia a Sergio Burstein.
El propio Macri desestimó este argumento; dijo que resultaba obvio que la Nación intentaría desacreditar sus críticas al acuerdo con Irán mediante referencias hacia Palacios.
Timerman agregó que parte de la comunidad judía y los opositores asustan a la gente con la idea de un tercer ataque; y volvió a instar a Borger -como lo había hecho la presidenta, Cristina Fernández, mediante Twitter- que diga qué sabe sobre ese asunto. "Si alguien dice que van a matar a un señor, yo tengo derecho a preguntarle qué sabe (al respecto)", sostuvo.
El canciller también arremetió contra la diputada nacional por la ciudad de Buenos Aires Elisa Carrió (Coalición Cívica), que dijo que el canciller era un traidor a su pueblo. "¿A qué pueblo? Yo soy argentino. Pertenezco al pueblo argentino. De eso, nunca renegué. Estoy orgulloso de serlo", contestó el funcionario K. (DyN)
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