Toca, toca y avanza

San Martín derrotó a Racing y se clasificó con mucho juego en equipo como pide Roldán.

BRAZO CONTRA BRAZO. Rubén Molina lucha la posición con Mariano Martínez; el cordobés no gravitó pero puso lo suyo. BRAZO CONTRA BRAZO. Rubén Molina lucha la posición con Mariano Martínez; el cordobés no gravitó pero puso lo suyo.
26 Febrero 2013

Cuando llegó Carlos Roldán a San Martín pidió que su equipo tenga la pelota, la traslade de manera segura, que roten y que abran la cancha. Y ayer, San Martín hizo todo eso. Sobre todo en el primer tiempo cuando llegaron dos goles con los que derrotó 3 a 0 a Racing de Córdoba en La Ciudadela y se clasificó a la fase final. La obediencia en este caso trajo sus frutos en la ofensiva. El primer gol fue mágicamente concebido por Nicolás Roldán, Juan Chanquía, Roldán -otra vez-, Esteban Goicoechea, Balvorín y por último Goicoechea, que hizo la de Claudio Caniggia eludió al arquero (pero para adentro) y marcó el primero. Toques, toques y más toques, parte de la receta con la que Roldán ha levantado el equipo hasta ponerlo en la posición de jugar la última fecha como un mero trámite.

Luego de esa pieza colectiva, el "santo" se quedó, quizás algo relajado tras saber que lo más difícil estaba hecho ante un equipo que no iba a salir jugando de tu a tu pese a no tener nada que perder (no clasificará a la siguiente fase). Así llegaron las primeras situaciones para los cordobeses en las que apareció el reemplazante de Juan Carrera: Gonzalo Ojeda. El pibe respondió con seguridad en la mayoría de sus intervenciones y casi que hizo olvidar al que venía siendo el arquero titular.

Y justo cuando Racing había sacado la cabeza del ahogo en el que había sido sometido en los primeros minutos, San Martín se tranquilizó y puso el segundo. Balvorín, sacó toda su chapa de goleador, hizo la personal y luego de una enredadera de piernas al mejor estilo demonio de Tasmania, la pelota salió despedida servida para el goleador que definió despacito a un costado. Gol y clasificación.

En el segundo tiempo, San Martín se volvió a quedar. Una de las falencias que debe corregir el equipo. Aún en esas condiciones, Balvorín aumentó su cuenta así como la del "santo" que no brilló y quizás no haya merecido tanta diferencia pero que con las órdenes de Roldán, anda derechito y ya piensa en el clásico.

CLAVES

1
El "santo" jugó un gran partido en ataque y no sólo por los tres goles. Ejecutó el juego que le gusta a Roldán y con mucho vértigo. El trabajo de Ermini fue decisivo.

2
Balvorín llegó a 13 goles en el campeonato y demostró que cada pelota que tiene en sus pies o cabeza, la manda a guardar. Un aporte vital.

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3
El punto a corregir es, definitivamente, la defensa. Pero no sólo los del fondo tienen responsabilidad, los del medio tampoco paran lo que deben parar y se complica.

4
La sorpresa sin dudas fue el rendimiento de Gonzalo Ojeda. El arquerito fue apurado como en Santiago y cumplió, Otra vez logró mantener el arco en cero. Algo esencial.

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