28 Febrero 2013

Un prejuicioso (Mario Leito) porque prejuzga a una organización política (Partido Obrero) que no conoce, y que en sus largos años de trayectoria nacional y provincial.

Se puede estar de acuerdo o no, pero ha contribuido al mejoramiento de la sociedad, con su trabajo en la docencia, en el movimiento estudiantil, en la sanidad, en la universidad y en los barrios, entre otros.

Para este señor seguramente, los que no comulgan con (José) Alperovich, son objeto de humillación y menosprecio. Pero antes de opinar, hay que conocer, porque, como dice la canción, la vida te da sorpresas.

Un demagogo (Carlos Roldán) porque se quedó callado (y por lo tanto cómplice), cuando sus amigos de la ex comisión directiva, a través de la patota, les pegaron a los hinchas (que son trabajadores) el fatídico día que descendimos.

Para ser de la clase obrera y socialista no se puede tolerar que una fuerza de choque les pegue a los hinchas, que al final de cuenta, son los que sostienen, pagando las entradas, a nuestro querido San Martín.

Conclusiones: el prejuicioso y el demagogo son dos variantes de la misma moneda capitalista, que no tienen (ni rinden) en cuenta a sus hinchas (trabajadores), y así manejan a los dos clubes más importantes de la provincia.

Leito: como "ciruja" te digo... vamos a ganar. Y lo demás que dijiste, no vaya ser cosa que se dé vuelta la tortilla.

Pedro Pablo Verasaluse


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