Por Mariana Segura
11 Marzo 2013
MÁS HORAS EN EL "LABORATORIO". Roldán sabe que no dejaron una buena imagen, pero confía que el trabajo la cambiará. FOTO DE MARCELO DIAZ (ESPECIAL PARA LA GACETA)
MENDOZA, (De nuestra enviada especial, Mariana Segura).- "El grupo está golpeado por una derrota que no esperaba. No hay palabras... Tampoco nos esperábamos un resultado así. Estamos muy dolidos". Héctor López le pone voz al sentimiento sanmartiniano, ultrajado en el coqueto barrio de Maipú. A pesar de la caída en el clásico, el equipo venía 10 puntos anímicamente, con una clasificación conseguida antes de tiempo incluida. Por eso el doblete del "cruzado" dolió tanto. San Martín jamás estuvo en condiciones de sobreponerse al resultado, por eso la preocupación.
"Pero esto sigue", avisa el "Arenero", sin ganas de que lo crean agotado. La derrota llegó en un tiempo acertado, si es que hay que elegir un momento, porque llegó al principio y no cuando queman las papas. Aún hay tiempo para revertir la historia.
Si lo sabrá Carlos Roldán. "Claro que esto deberá servir para corregir errores. Que se haya dado en el comienzo de esta fase tiene que ayudar. Estamos aquí para trabajar y que estas cosas no vuelvan a suceder", dijo el DT, igual de caliente que sus jugadores, pero pensando en lo que viene antes que nada.
"En el comienzo no perdés ningún tipo de ilusión ni de pensamiento diferente (eso es lo bueno de que se haya dado ahora). Pero obviamente si no modificamos lo realizado, se nos va a hacer difícil", apunta Roldán. Es que la cara que mostró su equipo fue muy diferente a la que lo tenía acostumbrado desde que volvió a La Ciudadela.
"Nos pasó en algunos partidos anteriores, pero nos rehicimos. Nunca antes se perdió tanto el orden como ayer y además, la desesperación nos sacó del partido y eso es algo que no nos puede pasar por el compromiso y la obligación que tenemos de que este torneo se termine peleando y con el ascenso", firma el técnico.
La misión es clara: aprender de los errores con el tiempo como principal aliado. Al "santo" le quedan nueve finales y tiene con qué dejar bien atrás este tropiezo mendocino. "Esto recién comienza", dicen, y es el consuelo general.
"Pero esto sigue", avisa el "Arenero", sin ganas de que lo crean agotado. La derrota llegó en un tiempo acertado, si es que hay que elegir un momento, porque llegó al principio y no cuando queman las papas. Aún hay tiempo para revertir la historia.
Si lo sabrá Carlos Roldán. "Claro que esto deberá servir para corregir errores. Que se haya dado en el comienzo de esta fase tiene que ayudar. Estamos aquí para trabajar y que estas cosas no vuelvan a suceder", dijo el DT, igual de caliente que sus jugadores, pero pensando en lo que viene antes que nada.
"En el comienzo no perdés ningún tipo de ilusión ni de pensamiento diferente (eso es lo bueno de que se haya dado ahora). Pero obviamente si no modificamos lo realizado, se nos va a hacer difícil", apunta Roldán. Es que la cara que mostró su equipo fue muy diferente a la que lo tenía acostumbrado desde que volvió a La Ciudadela.
"Nos pasó en algunos partidos anteriores, pero nos rehicimos. Nunca antes se perdió tanto el orden como ayer y además, la desesperación nos sacó del partido y eso es algo que no nos puede pasar por el compromiso y la obligación que tenemos de que este torneo se termine peleando y con el ascenso", firma el técnico.
La misión es clara: aprender de los errores con el tiempo como principal aliado. Al "santo" le quedan nueve finales y tiene con qué dejar bien atrás este tropiezo mendocino. "Esto recién comienza", dicen, y es el consuelo general.