18 Marzo 2013
LO LOGRARON. Mauricio Oyola y su navegante, Pablo Molina, felices en el podio.
La primera fecha del Provincial de Rally invitó a ser detallista. Los aficionados en los caminos de tierra de El Mollar tuvieron más trabajo para maravillarse. Sin autos de tracción integral, más la suspensión de dos tramos en el último día, todo condicionado por el escaso parque automotor, hizo crecer la atención en la N-1, por ejemplo, que quedó como la categoría con más máquinas tras la A-7 y en la que podía darse más lucha.
En esa clase, Mauricio Oyola sacó una gruesa diferencia con su perseguidor y ganó. "Hicimos buenos tiempos en los mismos tramos del primer día, eso fue fundamental", dijo el piloto del VW Gol. Oyola sueña con un rendimiento similar al de su carrera de ciclista de ruta, pero en escala tucumana. "Fui campeón argentino en 1995", reveló. "Tuve que optar en 2001. Me iba bien, quería ir a competir a España, pero justo fue la devaluación", recordó Oyola.
La situación era una complicación, pero no lo suficiente como para abandonar el deporte. Así que inclinó la balanza hacia la pasión familiar. "Soy sobrino de Dellasantina (N.d.R: Norberto es preparador de autos del TN), mi hermano corría en autocross y mi hermanito lo hace en karting", explicó. No fue tan fuerte la atracción de la pista en la que su tío deposita autos veloces, como sí la fue la de los caminos de tierra. "Íbamos a comer asados en el taller del 'Titi' y veíamos las carreras, pero nunca me gustó la pista", sentenció.
Oyola espera que el triunfo en El Mollar sea un impulso. "Hay poco parque automotor y es difícil conseguir apoyo. Espero que esto sea positivo, para conseguir a alguien que me ayude", se esperanzó.
En esa clase, Mauricio Oyola sacó una gruesa diferencia con su perseguidor y ganó. "Hicimos buenos tiempos en los mismos tramos del primer día, eso fue fundamental", dijo el piloto del VW Gol. Oyola sueña con un rendimiento similar al de su carrera de ciclista de ruta, pero en escala tucumana. "Fui campeón argentino en 1995", reveló. "Tuve que optar en 2001. Me iba bien, quería ir a competir a España, pero justo fue la devaluación", recordó Oyola.
La situación era una complicación, pero no lo suficiente como para abandonar el deporte. Así que inclinó la balanza hacia la pasión familiar. "Soy sobrino de Dellasantina (N.d.R: Norberto es preparador de autos del TN), mi hermano corría en autocross y mi hermanito lo hace en karting", explicó. No fue tan fuerte la atracción de la pista en la que su tío deposita autos veloces, como sí la fue la de los caminos de tierra. "Íbamos a comer asados en el taller del 'Titi' y veíamos las carreras, pero nunca me gustó la pista", sentenció.
Oyola espera que el triunfo en El Mollar sea un impulso. "Hay poco parque automotor y es difícil conseguir apoyo. Espero que esto sea positivo, para conseguir a alguien que me ayude", se esperanzó.