Por Eduardo Herrera
18 Marzo 2013
SIN MUCHAS LUCES. Juan Manuel Martínez intenta girar ante la marca implacable de Nicolás Freire, uno de los defensores de Argentinos. El delantero boquense fue reemplazado en el segundo tiempo.
En paradas internacionales, Boca suele sacar ese plus distintivo de los equipos que dan la talla en compromisos de relevancia. Entre semana, lo ratificó contra Nacional, en Montevideo en otro choque copero. En el Torneo Final, sigue apagado, sin fútbol y los 10 puntos que lo separan del líder, Lanús, retratan lo poco que entrega en la cancha. Dos semanas atrás, sucumbió contra Unión. Ayer, no pudo superar a Argentinos, que también pelea por zafar del descenso y venía de nueve fechas sin ganar. El inefable Ricardo Caruso Lombardi adelantó sin cortapisa que un punto no le vendría mal en su regreso al "bicho". Y se lo llevó nomás con la complicidad del equipo de Bianchi, que en los albores del partido ganaba por un penal tonto que Fabio Vásquez le hizo a Ribair Rodríguez y Silva lo transformó en gol.
La ventaja, sin embargo, no se trasuntó en orden ni en serenidad para manejar la pelota por parte del "xeneize", que siguió envuelto en las turbulencias que lo caracterizan de un tiempo a esta parte. Si hasta Juan Manuel Martínez queda prisionero del embarullado despliegue de Boca en la cancha.
Y Argentinos fue animándose de a poco; adelantando a sus volantes, sin mucha penetración es cierto, pero con un poco de decisión consiguió el empate. Pablo Hernández se hizo de la pelota y Argentinos comenzó a progresar en el terreno.
Tras un córner desde la derecha que recorrió toda el área chica local y Matías Martínez, entrando por el segundo palo, la empujó hacia la red. Hubo error de cálculo en la salida de Orion y marcas mal tomadas por una defensa que ofrece pocas garantías. Boca tuvo más tiempo de posesión aunque en el segundo tiempo casi ni llegó hasta el arco de Ojeda. Bianchi mandó a la cancha a Sánchez Miño, a Palacios y a Blandi y el "auriazul" tampoco pudo encontrar la receta para abrir algún hueco y quebrar el empate.
Hubo un penal de Matías Martínez sobre el delantero tucumano que Abal dejó sin sanción ya cuando el encuentro enfilaba hacia el epílogo. Quizás el resultado hubiese cambiado, pero no variaría en absoluto la imagen que dejó Boca.
La ventaja, sin embargo, no se trasuntó en orden ni en serenidad para manejar la pelota por parte del "xeneize", que siguió envuelto en las turbulencias que lo caracterizan de un tiempo a esta parte. Si hasta Juan Manuel Martínez queda prisionero del embarullado despliegue de Boca en la cancha.
Y Argentinos fue animándose de a poco; adelantando a sus volantes, sin mucha penetración es cierto, pero con un poco de decisión consiguió el empate. Pablo Hernández se hizo de la pelota y Argentinos comenzó a progresar en el terreno.
Tras un córner desde la derecha que recorrió toda el área chica local y Matías Martínez, entrando por el segundo palo, la empujó hacia la red. Hubo error de cálculo en la salida de Orion y marcas mal tomadas por una defensa que ofrece pocas garantías. Boca tuvo más tiempo de posesión aunque en el segundo tiempo casi ni llegó hasta el arco de Ojeda. Bianchi mandó a la cancha a Sánchez Miño, a Palacios y a Blandi y el "auriazul" tampoco pudo encontrar la receta para abrir algún hueco y quebrar el empate.
Hubo un penal de Matías Martínez sobre el delantero tucumano que Abal dejó sin sanción ya cuando el encuentro enfilaba hacia el epílogo. Quizás el resultado hubiese cambiado, pero no variaría en absoluto la imagen que dejó Boca.
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