20 Marzo 2013
SONRISA DE TIZA. En las aulas del tradicional colegio Guillerminan, estudiantes dibujaron al papa Francisco en los pizarrones. LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARAOZ
El patio y las aulas del colegio Guillermina Leston de Guzmán estaban adornados con globos y con guirnaldas de papel crepé, todo de color amarillo y blanco. Los alumnos se encargaron de vestir la institución para que luzca a tono con el inicio del Ministerio Petrino del papa Francisco.
La madre superiora, Evangelina Navarro -rectora de la institución-, se muestra orgullosa por la iniciativa de los chicos; pero no se olvida de los docentes. "La idea de la ornamentación salió de los estudiantes pero, por supuesto, fue importante la motivación de los mayores", dice. Según contó, se había previsto que los alumnos asistieran al colegio tras la ceremonia de entronización. Al mediodía rezaron el rosario en el establecimiento y, por la tarde, mantuvieron reuniones de padres, con quienes también reflexionaron sobre Francisco.
La madre Evangelina se define como una seguidora del discurso de Francisco, desde que era Jorge Bergoglio. "Lo sigo por medio de sus homilías y de sus libros. Es un gran educador, su pensamiento sobre lo que es la educación y sobre los jóvenes es muy claro. Lo sigo y lo proyecté hacia las maestras y profesoras del colegio", explica.
Según dijo, actualmente, ni la humanidad -en general- ni la Argentina -en particular- se encuentran atravesando por un buen momento histórico. De allí la lectura positiva que hace de la elección de Francisco. "La historia es pendular; en muchos aspectos estamos para abajo; algo debía suceder, era necesario un cambio. Y Dios se hace presente, porque él nunca deja solo al hombre, sino que es este quien se aleja de Dios", afirma.
A modo de broma, incluyó a Francisco entre los argentinos famosos de hoy: "no sólo tendremos buenos jugadores de fútbol, como (Lionel) Messi o como (Diego Armando) Maradona; o una reina, como Máxima (Zorreguieta): Dios nos mandó a Francisco; y eso es algo significativo para la Argentina".
Según la madre Evangelina, una típica característica de nuestros compatriotas asomó ni bien el flamante Papa salió a saludar a los fieles que se habían congregado en la plaza San Pedro. "Juan Pablo II se ganó el afecto del mundo entero; pero luego de varios años. Benedicto XVI no tuvo demasiado tiempo. Ahora aparece este bonachón (sic), un digno argentino, por su manera de hablar, de comportarse; y ya los tiene ganados a todos", celebra. Pero la madre Evangelina no sólo destaca la cualidad "bonachona" del nuevo Papa. "Se precisan hombres de buena voluntad, que quieran transformar el mundo; y Dios nos mandó una persona humana de ley, de esas que se adelantan a la necesidad del otro", manifiesta.
"Piel de gallina"
Los estudiantes admiten que el hecho de cursar en un colegio confesional -católico- los mantiene más pendientes de las cuestiones que tienen que ver con la religión. Reconocen, sin embargo, que ni siquiera habían considerado como probable la elección de Bergoglio como líder de la Iglesia. "Nos causó sorpresa; y obviamente nos alegramos. Se nos puso la piel de gallina", cuentan, casi a coro, Agostina Martino, Facundo Bazán, Constanza Elías, Franco Huber, Wenceslao Cossio, Sofía Narbaja, Macarena Angós, Eneas Abaca, Franco Romanini, Agustín La Bruna, Joaquín Mattar, Juan Acevedo, Juan Pablo Melhen y Constanza Kummer, alumnos de 6° año del colegio Guillermina Leston de Guzmán.
El grupo forma parte del equipo de estudiantes que "pintó" todo el colegio de blanquiamarillo. "Quisimos celebrar el día; ponerle algunos detalles, para que no pase inadvertido y no sea una noticia más", explican.
En el patio del establecimiento, cuentan a LA GACETA cómo ven al Papa y qué esperan de él. "Me encantó Francisco. Es resencillo, retransparente; un Papa del pueblo. Lo miramos con otros ojos; porque por más que ahora sea de todos, es nuestro", afirman, con el pecho hinchado de orgullo.
Reconocen -y celebran- la condición de argentino del Sumo Pontífice; pero no se apropian de él. Su motivo de orgullo trasciende las fronteras, porque a su criterio, Francisco representa a toda Latinoamérica.
Pero la nacionalidad del Papa no es lo único que contenta a estos estudiantes, que se animan a hacer un análisis más profundo. "Francisco representa el cambio buscado, la renovación. Llamará la atención, en especial en los jóvenes", pronostican.
En los últimos años, pudieron conocer el pensamiento de Bergoglio, que se expresaba por medio de las homilías que pronunciaba en cada fecha patria, y que eran dadas a conocer por la prensa. Debido a ello, se muestran envalentonados. "Él no se callará para nada; ya lo demostró varias veces en nuestro país, cuando cuestionó varias conductas de los políticos", manifiestan.
Y agregan que en el escaso tiempo que lleva al frente de la Iglesia ya demostró tal característica. En particular, los alumnos refieren al momento en que pidió que el cardenal estadounidense Bernard Law -acusado de haber encubierto a unos 250 curas pederastas entre 1984 y 2002, cuando fue arzobispo de la diócesis de Boston (EEUU)- no frecuente la Basílica. Llevaba tres días como Papa electo cuando mostró ese gesto. "Eso ya lo sabían los otros, pero fue él quien lo corrió", señalan los alumnos del Guillermina.
La madre superiora, Evangelina Navarro -rectora de la institución-, se muestra orgullosa por la iniciativa de los chicos; pero no se olvida de los docentes. "La idea de la ornamentación salió de los estudiantes pero, por supuesto, fue importante la motivación de los mayores", dice. Según contó, se había previsto que los alumnos asistieran al colegio tras la ceremonia de entronización. Al mediodía rezaron el rosario en el establecimiento y, por la tarde, mantuvieron reuniones de padres, con quienes también reflexionaron sobre Francisco.
La madre Evangelina se define como una seguidora del discurso de Francisco, desde que era Jorge Bergoglio. "Lo sigo por medio de sus homilías y de sus libros. Es un gran educador, su pensamiento sobre lo que es la educación y sobre los jóvenes es muy claro. Lo sigo y lo proyecté hacia las maestras y profesoras del colegio", explica.
Según dijo, actualmente, ni la humanidad -en general- ni la Argentina -en particular- se encuentran atravesando por un buen momento histórico. De allí la lectura positiva que hace de la elección de Francisco. "La historia es pendular; en muchos aspectos estamos para abajo; algo debía suceder, era necesario un cambio. Y Dios se hace presente, porque él nunca deja solo al hombre, sino que es este quien se aleja de Dios", afirma.
A modo de broma, incluyó a Francisco entre los argentinos famosos de hoy: "no sólo tendremos buenos jugadores de fútbol, como (Lionel) Messi o como (Diego Armando) Maradona; o una reina, como Máxima (Zorreguieta): Dios nos mandó a Francisco; y eso es algo significativo para la Argentina".
Según la madre Evangelina, una típica característica de nuestros compatriotas asomó ni bien el flamante Papa salió a saludar a los fieles que se habían congregado en la plaza San Pedro. "Juan Pablo II se ganó el afecto del mundo entero; pero luego de varios años. Benedicto XVI no tuvo demasiado tiempo. Ahora aparece este bonachón (sic), un digno argentino, por su manera de hablar, de comportarse; y ya los tiene ganados a todos", celebra. Pero la madre Evangelina no sólo destaca la cualidad "bonachona" del nuevo Papa. "Se precisan hombres de buena voluntad, que quieran transformar el mundo; y Dios nos mandó una persona humana de ley, de esas que se adelantan a la necesidad del otro", manifiesta.
"Piel de gallina"
Los estudiantes admiten que el hecho de cursar en un colegio confesional -católico- los mantiene más pendientes de las cuestiones que tienen que ver con la religión. Reconocen, sin embargo, que ni siquiera habían considerado como probable la elección de Bergoglio como líder de la Iglesia. "Nos causó sorpresa; y obviamente nos alegramos. Se nos puso la piel de gallina", cuentan, casi a coro, Agostina Martino, Facundo Bazán, Constanza Elías, Franco Huber, Wenceslao Cossio, Sofía Narbaja, Macarena Angós, Eneas Abaca, Franco Romanini, Agustín La Bruna, Joaquín Mattar, Juan Acevedo, Juan Pablo Melhen y Constanza Kummer, alumnos de 6° año del colegio Guillermina Leston de Guzmán.
El grupo forma parte del equipo de estudiantes que "pintó" todo el colegio de blanquiamarillo. "Quisimos celebrar el día; ponerle algunos detalles, para que no pase inadvertido y no sea una noticia más", explican.
En el patio del establecimiento, cuentan a LA GACETA cómo ven al Papa y qué esperan de él. "Me encantó Francisco. Es resencillo, retransparente; un Papa del pueblo. Lo miramos con otros ojos; porque por más que ahora sea de todos, es nuestro", afirman, con el pecho hinchado de orgullo.
Reconocen -y celebran- la condición de argentino del Sumo Pontífice; pero no se apropian de él. Su motivo de orgullo trasciende las fronteras, porque a su criterio, Francisco representa a toda Latinoamérica.
Pero la nacionalidad del Papa no es lo único que contenta a estos estudiantes, que se animan a hacer un análisis más profundo. "Francisco representa el cambio buscado, la renovación. Llamará la atención, en especial en los jóvenes", pronostican.
En los últimos años, pudieron conocer el pensamiento de Bergoglio, que se expresaba por medio de las homilías que pronunciaba en cada fecha patria, y que eran dadas a conocer por la prensa. Debido a ello, se muestran envalentonados. "Él no se callará para nada; ya lo demostró varias veces en nuestro país, cuando cuestionó varias conductas de los políticos", manifiestan.
Y agregan que en el escaso tiempo que lleva al frente de la Iglesia ya demostró tal característica. En particular, los alumnos refieren al momento en que pidió que el cardenal estadounidense Bernard Law -acusado de haber encubierto a unos 250 curas pederastas entre 1984 y 2002, cuando fue arzobispo de la diócesis de Boston (EEUU)- no frecuente la Basílica. Llevaba tres días como Papa electo cuando mostró ese gesto. "Eso ya lo sabían los otros, pero fue él quien lo corrió", señalan los alumnos del Guillermina.
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