Cristina Fernández: "¿por qué será que el dolor parece durar más que la alegría?"

La Presidenta retomó su cuenta en Twitter con un imperdible relato sobre su visita al Papa Francisco. La historia del collar de perlas y de las santas coincidencias. Señales.

CÁLIDO Y CERCANO. Así describió Cristina Fernández el encuentro con el Papa. FOTO DE @CFKArgentina CÁLIDO Y CERCANO. Así describió Cristina Fernández el encuentro con el Papa. FOTO DE @CFKArgentina
21 Marzo 2013
BUENOS AIRES.- La presidenta Cristina Fernández de Kirchner retomó hoy, tras cinco días de inactividad, su cuenta personal en Twitter para contar los detalles del encuentro que mantuvo el lunes con el papa Francisco. En una seguidilla de más de 30 tuits, en los que abundaron las sensaciones personales, la mandataria relató desde su llegada hasta su partida.

"Olivos. Hace menos de 24 horas llegamos de Roma. Recuerdo otro regreso. Con él en 2005 luego de asistir juntos a la asunción de Benedicto XVI", contó en el primero tuit, que transmitió a las 11. A partir de allí, el relato fue rico en detalles y emociones:

 "Cuánto tiempo. Cuántas cosas. Esta vez, en la Plaza San Pedro, él no pudo sentarse a mi lado. Cuántos sentimientos en los últimos 15 días. Por qué será que el dolor parece durar más que la alegría? Será que estoy más vieja? O que siendo tan intenso el dolor a veces parece eterno". 

También escribió sobre el "argentino en la silla de San Pedro". "Al ingresar me invadió una tranquilidad perfecta y me sentí, por primera vez en  ese lugar, más argentina que nunca", dijo. 
Relató además, que el collar de perlas que llevaba (único detalle blanco en su atuendo completamente negro) es el que le regaló su consuegra (que falleció este mes) en Navidad. "Quería que sus hijas y Chicho su esposo sintieran que también estaban allí", expresó. 

Durante el encuentro, relató, hablaron "de la Patria Grande, de San Martín, de  Bolívar" , de los jóvenes: "dice que logramos algo que no se veía hace tiempo, que la juventud se interese por la política. Me pega en el corazón".


También hablaron de libros y del gusto del Papa por el escritor argentino Leopoldo Marechal. Cristina le augura que, como a Megafón (Megafón y la Guerra, de Marechal) le esperan batallas celestiales. "Un Papa muy lector como todo jesuita. Clásicos universales y  clásicos argentinos. Porque además es un jesuita argentino", escribió la Presidenta. 

Antes de sentarse a comer, Francisco le regaló una rosa blanca, símbolo de Santa Teresita, "a la que siempre le rezo", dijo.

La mandataria contó que, tras dos horas de almuerzo y mate cocido ("los saquitos los llevé yo", dice), la acompañó a la puerta para despedirse. "Me agradece mucho que haya ido. Le pregunto si acaso pensó que no iba a venir. “Y uno nunca sabe” me contesta humilde. Tiene razón". 

La Presidenta recordó, además, que el edificio de Santa Marta, donde almorzó con el Papa, es el mismo donde firmaron la paz los presidentes de Colombia y Venezuela, con la intermediación de Néstor Kirchner. LA GACETA

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