"En el Líbano están muy contentos con Francisco"

El obispo maronita Charbel Merhi vino a Tucumán a presidir las celebraciones y a anunciar la llegada del patriarca Bechara Raï.

EL AMIGO DEL PAPA. Monseñor Charbel Merhi, obispo de Argentina. LA GACETA / FOTO DE INéS QUINTEROS ORIO "EL AMIGO DEL PAPA". Monseñor Charbel Merhi, obispo de Argentina. LA GACETA / FOTO DE INéS QUINTEROS ORIO
26 Marzo 2013
Apenas se supo de la designación de Francisco como sucesor de Benedicto XVI los teléfonos no pararon de sonar en la sede de la eparquía maronita en Argentina, en Buenos Aires. Desde el Líbano querían hablar con "el amigo del Papa". El obispo maronita monseñor Charbel Merhi, que hoy se encuentra en Tucumán para presidir los cultos de Semana Santa, recuerda con simpatía y calidez a Jorge Bergoglio. "Era muy amigo de los maronitas, siempre lo invitábamos a presidir las fiestas", cuenta con alegría el religioso, cuya misa inaugural como obispo fue concelebrada por el actual Papa. Los medios periodísticos del Líbano volvieron a publicar las fotos de esos encuentros.

"En el Líbano están muy contentos con Francisco. No sólo porque es argentino sino porque es un Papa de los tiempos actuales. Va a dar una imagen linda de la Iglesia como es la figura de él, un hombre simple, de caridad; un hombre de unión y misericordia", expresa el prelado representante de los maronitas en Argentina. "Él quiere tener una iglesia pobre para los pobres, sin dejar de lado a los ricos, porque los pobres son los que más sufren. Cristo vino sobre todo por los pobres, excluidos y enfermos", resume el religioso desde la parroquia de Nuestro Señor del Milagro y San Marón.

"Yo siempre acompañé la actividad religiosa y social en Buenos Aires de monseñor Bergoglio. Soy testigo de que él siempre asistía a los pobres, especialmente a los ancianos; visitaba las residencias -a veces no muy confortables- donde hay ancianos cuyas familias e hijos no los ayudan mucho. Por eso él siempre pedía que los viejos sean bien atendidos. Esto que hacía en Buenos Aires con seguridad lo va a continuar haciendo a nivel universal", dice confiado.

En representación de los maronitas de Argentina monseñor Merhi sostiene: "nuestra esperanza es grande en un Papa tan simple pero tan sabio y tan cálido, social y alegre como es Francisco... Siempre con su sonrisa y atención hacia los jóvenes. Es un Papa ideal para estos tiempos. Un Papa que nos va a dar paz y tranquilidad, con la mirada siempre puesta en ayudar a los que sufren pobreza, que no es un mal sino consecuencia del pecado", apuntó.

Visita del patriarca
Acompañado por integrantes de la comunidad maronita, el obispo anunció la llegada a la Argentina y a Tucumán, en abril, del patriarca maronita de Antioquía y de todo el Oriente, el cardenal Béchara Boutros Raï. En nuestra provincia el prelado presidirá una reunión de obispos maronitas cuyo tema central será "La Emigración".

El cardenal permanecerá en la Argentina entre el 13 y el 25 de abril.

"El patriarca vendrá a Tucumán el 17, en primer lugar en visita pastoral, y también para reunirse con obispos y sacerdotes superiores generales de las órdenes religiosas y de la iglesia maronita", señaló Merhi. Lo acompañaban el abate Moubarak Saleme, párroco de Nuestro Señor del Milagro y San Marón, ubicada en la esquina de Junín y Santiago; Ricardo Seleme, presidente de la Asociación Libanesa; JoséEl Eter y Orlando José Di Marco, directivos de la Sociedad Sirio Libanesa; y Mario Chehuán y Raúl Moreno, de la comunidad.

Anhelo de unidad
Monseñor Charbel explicó que los obispos maronitas hablarán en Tucumán sobre la necesidad del Líbano de reencontrarse con todos sus hijos dispersos por el mundo. Contó que mientras en la Argentina los que tienen sangre libanesa y nacen en este suelo son considerados argentinos, en el Líbano se hace la diferenciación entre ius soli (derecho del suelo) y ius sanguinis (derecho de la sangre). "Uno puede nacer en el Líbano y nunca ser libanés (ius sanguinis) aunque tenga sangre libanesa. En cambio, en Argentina los libaneses que vienen y tienen sangre libanesa pueden adquirir esta nacionalidad argentina", dijo.

"Lamentablemente ha quedado muy lejana la venida de los maronitas y libaneses a la Argentina. No hubo oportunidad para registrar a su hijos en la Embajada, de manera que es difícil lograr la nacionalidad. Pero hay un movimiento ahora para hacer que todos los hijos de libaneses que tienen sangre libanesa puedan adquirir la ciudadanía libanesa. Discutir estos temas será la finalidad secundaria de la visita del patriarca", anunció el obispo.

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