22 Abril 2013
SOLO HACIA LA VICTORIA. El alemán Sebastian Vettel administró con personalidad el potencial de su Red Bull. No le costó demasiado hacerse de la vanguardia, y tampoco defenderla frente a duros rivales.
Su victoria número 27 en la Fórmula 1 no fue una más para Sebastian Vettel. Aquel éxito en Malasia, el pasado 24 de marzo, generó muchísima polémica porque no acató la orden que le dio el equipo Red Bull de no adelantar a su compañero Mark Webber.
"No me disculpo por ganar. Creo que para eso me han contratado y por lo que estoy aquí. Sí me disculpé por ponerme a mí mismo por encima del equipo", afirmó el tricampeón del mundo días más tarde. A partir de esta situación, Helmut Marko, asesor de Red Bull, aseguró que no habrá más órdenes en la escuadra austríaca para evitar una nueva confrontación entre sus pilotos. Allí pareció cerrarse la polémica.
Otra historia
No obstante, Vettel internamente quería una revancha en el lugar que mejor se desempeña, la pista. Lo dejó en claro desde el inicio del Gran Premio de Bahrein, la cuarta del año. Desde el segundo lugar, posición que perdió por un par de curvas con Fernando Alonso (Ferrari), atacó incesantemente al poleman y líder, Nico Rosberg (Mercedes). Fueron tres giros con maniobras al límite entre ambos alemanes hasta que Vettel pudo doblegar a su compatriota y desde ese momento establecer una rápida diferencia al frente del pelotón.
Otra muy buena actuación logró Lotus. Kimi Räikkönen, que largó octavo, concluyó en la segunda posición alcanzando su tercer podio en cuatro carreras en el año. Además, el finlandés estiró a 21 competencias seguidas ubicado en la zona de puntos, y está a tres de igualar la marca de Michael Schumacher, quien más veces lo consiguió. Detrás de Iceman arribó su compañero de equipo, Romain Grosjean, que alcanzó dicha posición luego de largar 11º. Es el cuarto podio para el francés, repitiendo la ubicación de Bahrein 2012.
El certamen
Con cuatro fechas, el líder del torneo es Vettel, con 10 puntos de ventaja respecto de Räikkönen, 17 con el británico Lewis Hamilton (Mercedes, quinto en Bahrein) y 20 con Alonso.
"No me disculpo por ganar. Creo que para eso me han contratado y por lo que estoy aquí. Sí me disculpé por ponerme a mí mismo por encima del equipo", afirmó el tricampeón del mundo días más tarde. A partir de esta situación, Helmut Marko, asesor de Red Bull, aseguró que no habrá más órdenes en la escuadra austríaca para evitar una nueva confrontación entre sus pilotos. Allí pareció cerrarse la polémica.
Otra historia
No obstante, Vettel internamente quería una revancha en el lugar que mejor se desempeña, la pista. Lo dejó en claro desde el inicio del Gran Premio de Bahrein, la cuarta del año. Desde el segundo lugar, posición que perdió por un par de curvas con Fernando Alonso (Ferrari), atacó incesantemente al poleman y líder, Nico Rosberg (Mercedes). Fueron tres giros con maniobras al límite entre ambos alemanes hasta que Vettel pudo doblegar a su compatriota y desde ese momento establecer una rápida diferencia al frente del pelotón.
Otra muy buena actuación logró Lotus. Kimi Räikkönen, que largó octavo, concluyó en la segunda posición alcanzando su tercer podio en cuatro carreras en el año. Además, el finlandés estiró a 21 competencias seguidas ubicado en la zona de puntos, y está a tres de igualar la marca de Michael Schumacher, quien más veces lo consiguió. Detrás de Iceman arribó su compañero de equipo, Romain Grosjean, que alcanzó dicha posición luego de largar 11º. Es el cuarto podio para el francés, repitiendo la ubicación de Bahrein 2012.
El certamen
Con cuatro fechas, el líder del torneo es Vettel, con 10 puntos de ventaja respecto de Räikkönen, 17 con el británico Lewis Hamilton (Mercedes, quinto en Bahrein) y 20 con Alonso.
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