"Cuando se repite un alisado, se multiplica la dosis tóxica y puede ser mortal"

Una promesa ilusionó a muchas argentinas en 2006: un nuevo tratamiento importado de Brasil permitía que el pelo quede ultra lacio y brilloso. El augurio se cumplió; muchas abandonaron el brushing para siempre, gracias a la aplicación de productos que eran fijados con la planchita. Pero las autoridades nacionales dieron su alerta sobre las consecuencias que genera en los humanos uno de los compuestos del alisado químico. Se trata del formol o formaldehído; una sustancia que se usa en la Medicina para conservar tejidos muertos.

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) recomienda evitar aquellos que están elaborados en base a formol, porque pueden generar serios perjuicios a la salud. Y recientemente prohibió la comercialización y uso del producto cosmético capilar "Shine Liss Alisado de Keratina", porque contiene una concentración de formaldehído superior a la permitida (de hasta 0.1% para su empleo en productos de higiene oral y de un 0.5% en esmaltes).

La Anmat también advirtió que cada vez es más frecuente la venta por Internet, y su posterior utilización en peluquerías o en casas privadas, de productos no registrados y formulados en base a formol. Mientras que para las clientas y los salones de belleza, los alisadores con formol son los más efectivos para eliminar las ondas en las cabelleras. Un tratamiento de este tipo en Tucumán cuesta desde $ 500 a $ 1.200.

Irritación
"Cuando en Medicina tenemos que estudiar los cuerpos que están en tinas de formol, el olor es tan fuerte que salimos con los ojos y las mucosas congestionadas. Cuando observás el pelo de esos cadáveres, te das cuenta de que están divinos. Porque el pelo es un órgano más y el formol lo conserva. El inconveniente surge para la persona que aplica el alisado en peluquerías; puede hacerlo hasta 10 veces en una tarde, multiplica la dosis tóxica y puede ser mortal", explicó la médica dermatóloga Silvana Depetris. También comentó que la clienta aspira la evaporación del producto y puede irritar los ojos y las vías respiratorias.

"El alisado me funciona perfecto; por lo menos a mí, y no tuve efectos secundarios. Aparte, quien te lo hace debe saber hacerlo"; "Yo lo hago una vez al año y no pasa nada. Quedás divina", "Una vez me quedé mareada después de la aplicación". Las experiencias de las clientas consultadas por nuestro diario son disímiles, pero coinciden en que se realizaron el alisado unas tres o cuatro veces al año y fueron efectivos.

"Todos los productos alisadores tienen un porcentaje de formol, hasta el quitaesmalte o un labial lo tienen. En cosmética se lo usa para la durabilidad de los productos. El que diga que no usa formol, no está diciendo la verdad. De todas formas siempre se toman los recaudos necesarios y se respeta lo indicado por la Anmat", confesó María Chipolari, de la peluquería Lola Barcelona. También explicó que no siempre es necesario este tipo de tratamientos para mejorar la cabellera. Actualmente se aplican cauterizaciones, relleno capilar y muchas marcas de cosmética para peluquerías lanzaron lineas nuevas que pretenden lograr un pelo sano y sedoso. Esther de Navarro, estilista tucumana desde hace décadas, asegura que es muy común que a los tratamientos con keratina les agreguen formol para lograr el alisado más fácilmente. "Nosotras -destacó Navarro- pensamos en la salud de la gente. Apenas llegan les decimos que no trabajamos con formol; ellas deciden".

En conclusión, para la Anmat es necesario que los consumidores verifiquen la procedencia de los productos que adquieren o que se hacen aplicar en peluquerías, y que duden cuando los frascos parecen haber sido fraccionados, por no encontrarse en sus envases originales, debidamente rotulados.