Los borró del mapa

Bayern Munich no tuvo piedad con Barcelona y Messi y goleó 4-0

DESCONSOLADO. Messi mira su mano como buscando algo de magia en un partido en el que no le salió absolutamente nada. DESCONSOLADO. Messi mira su mano como buscando algo de magia en un partido en el que no le salió absolutamente nada.
24 Abril 2013
MUNICH.- Bayern Munich infligió a Barcelona una de las peores derrotas de su historia tras el 4-0 en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones, con lo que el equipo bávaro roza la final de Wembley. Thomas Müller por duplicado, Mario Gómez y Arjen Robben marcaron los goles de los locales, que obligan a Barcelona a prácticamente un milagro el 1 de mayo en el Camp Nou, cuando sea la revancha. Bayern devolvió a su rival el 4-0 que le endosó en 2009 en la ida de cuartos de final de la Champions y presentó su candidatura a suceder al "Barça" como dominador del fútbol europeo. Xavi Hernández había insistido el lunes en que la clave del partido estaría en la capacidad de ambos equipos para imponer su personalidad en el campo. El "cerebro" azulgrana habló incluso de "dormir" la pelota, tenerla el mayor tiempo posible, desesperar al Bayern y aguijonearlo cuando llegara el momento. Sin embargo, empujado por un estadio lleno y rugiente, Bayern mordió a su rival desde el primer momento, y Barcelona nunca se sintió cómodo.

Impreciso y lento en la circulación, el medio sufrió, acosado por Javi Martínez. Para colmo, Lionel Messi fue una sombra. Perseguido por Dante, bloqueado por un impecable Schweinsteiger y probablemente ofuscado por la inseguridad física -ayer recibió el alta médica después de 21 días-, el rosarino apenas desbordó. El "10" revivió la pesadilla del Mundial de Sudáfrica 2010, donde cinco de los titulares ayer con Bayern lo golearon también por 4-0 vistiendo la camiseta de Alemania. "Contar con 'Leo' es vital para nosotros", había dicho Xavi un día antes. Y el partido le daba la razón. Con un Messi vulgar y un mediocampo desactivado, el hegemónico Barcelona se humanizó. O mejor dicho, Bayern bajó a "Barça" a la tierra con un partido pleno de ritmo, compromiso colectivo e inspiración: "el fútbol más moderno de la historia del club", según palabras de su técnico, Jupp Heynckes, del que muchos hoy se estarán preguntando por qué se va. (DPA)

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