25 Abril 2013
BELLAS CRIATURAS. Las chicas no la pasan nada bien. Pruebas a la vista.
La historia es el cuento de hadas que aspira a protagonizar cualquier aspirante a cineasta. En este caso se trata de un uruguayo, Fede Álvarez, a quien se le ocurrió rodar un corto muy loco, focalizado en una invasión de robots a Montevideo. Lo subió a la web, la viralización funcionó a pleno y cuando vio las imágenes, Sam Raimi dijo: ¡este es el hombre! ¿El hombre para qué? Para dirigir la remake de "Posesión infernal". Nada menos.
Retrocedamos un poco. Antes de convertir en oro la saga del Hombre Araña -entre otros éxitos-, Raimi era un director joven y desprejuiciado, capaz de filmar una sangrienta y arrolladora película de terror llamada "Evil dead". Hablamos de 1981. Rebautizada "Posesión infernal" en estas tierras, "Evil dead" se convirtió en una película de culto y hasta generó dos secuelas.
Más de 30 años después, Raimi, Bruce Campbell (protagonista de los filmes originales) y Robert Tapert decidieron producir la remake, un poco como autohomenaje, otro poco atentos a la pasión que sigue generando la historia, y también interesados en convocar nuevos espectadores a partir de nuevos actores y de nueva tecnología. Y, finalmente, para hacer un buen negocio. Las razones sobran.
La vara siempre estuvo alta para Álvarez, pero cargó el termo y el mate y marchó a Hollywood dispuesto a ponerle neuronas y creatividad al freak show. Son cinco jóvenes aislados en una cabaña, en el medio de un bosque tenebroso (¿todos los bosques son tenebrosos?), y a merced de las más espantosas fuerzas demoníacas, liberadas cuando los chicos se ponen a husmear en un libro.
Si el original era un festival gore de monstruos, crímenes y amputaciones en directo, la flamante versión le hace honor. ¿Quieren asustarse? Van a asustarse. Actúan Jane Levy y Shiloh Fernández, cabezas de un cast dispuesto a sacrificarse por la causa. A no quejarse, están todos avisados.
Retrocedamos un poco. Antes de convertir en oro la saga del Hombre Araña -entre otros éxitos-, Raimi era un director joven y desprejuiciado, capaz de filmar una sangrienta y arrolladora película de terror llamada "Evil dead". Hablamos de 1981. Rebautizada "Posesión infernal" en estas tierras, "Evil dead" se convirtió en una película de culto y hasta generó dos secuelas.
Más de 30 años después, Raimi, Bruce Campbell (protagonista de los filmes originales) y Robert Tapert decidieron producir la remake, un poco como autohomenaje, otro poco atentos a la pasión que sigue generando la historia, y también interesados en convocar nuevos espectadores a partir de nuevos actores y de nueva tecnología. Y, finalmente, para hacer un buen negocio. Las razones sobran.
La vara siempre estuvo alta para Álvarez, pero cargó el termo y el mate y marchó a Hollywood dispuesto a ponerle neuronas y creatividad al freak show. Son cinco jóvenes aislados en una cabaña, en el medio de un bosque tenebroso (¿todos los bosques son tenebrosos?), y a merced de las más espantosas fuerzas demoníacas, liberadas cuando los chicos se ponen a husmear en un libro.
Si el original era un festival gore de monstruos, crímenes y amputaciones en directo, la flamante versión le hace honor. ¿Quieren asustarse? Van a asustarse. Actúan Jane Levy y Shiloh Fernández, cabezas de un cast dispuesto a sacrificarse por la causa. A no quejarse, están todos avisados.
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