Esta vez a Iron Man le pegan donde más le duele

Si la intensidad de una película de superhéroes se mide por la calidad de sus villanos, "Iron Man 3" tensa la cuerda al máximo.

CONTRA LAS CUERDAS. Así veremos a Iron Man durante buena parte de la película. Apenas manteniéndose a flote y muy enojado. La culpa la tiene el malvado Mandarín (foto de abajo).  CONTRA LAS CUERDAS. Así veremos a Iron Man durante buena parte de la película. Apenas manteniéndose a flote y muy enojado. La culpa la tiene el malvado Mandarín (foto de abajo).
25 Abril 2013

"Algunos me llaman terrorista... Yo me considero un maestro", predica el Mandarín, mientras el universo de Iron Man se desmorona y todo parece perdido. El Mandarín es el formidable villano encarnado por Ben Kingsley (sí, el ganador del Oscar por su intepretación de Gandhi), dentro del traje de Iron Man sigue -¿quién si no?- Robert Downey Jr, y la tercera película de la superfranquicia promete subir a los fans a una montaña rusa de 130 minutos. Se estrena hoy. Y en 3D, por supuesto.

Si la intensidad de una película de superhéroes se mide por la calidad de sus villanos, "Iron Man 3" tensa la cuerda al máximo. El Mandarín es el archienemigo de Tony Stark, y la épica de sus batallas recorre cómics y filmes animados. Faltaba la puesta en escena cinematográfica, y Marvel la montó con un presupuesto de 200 millones de dólares. El director Shane Black tuvo mucho dinero para gastar. Habrá que ver si lo hizo bien.

Es la primera película de la saga sin Jon Fravreu al comando. Favreu le cedió la dirección a Black -viejo amigo de Downey, con quien rodó "Kiss kiss bang bang"- pero mantiene la cuota de pantalla con su personaje Happy Hogan.

Para Black, contar con Ben Kingsley fue una bendición. Juntos idearon un Mandarín que mantiene su esencia -el mal en estado puro-, pero acomodado a los tiempos que corren. El productor Kevin Feige reveló que la caracterización está inspirada, en buena medida, en el coronel Kurtz que compuso Marlon Brando en "Apocalypse Now".

La historia gira en torno a un virus devastador producido en el laboratorio de otro villano: Aldrich Killian (Guy Pearce). Hay en el medio una científica que será clave para ayudar a Tony Stark a salir del embrollo. Es la doctora Maya Hansen (Rebecca Hall).

Y a todo esto, ¿qué hay de Iron Man? Esta vez le pegan donde más le duele: la vida de su amada Pepper Potts (Gwyneth Paltrow, cada vez más irresistible) está en manos del Mandarín. Mientras tanto, a Tony Stark lo asalta la duda existencial: ¿el traje hace al hombre o el hombre hace al traje? "La película se parece más a un thriller de Tom Clancy que al batifondo de dos tipos pegándose en el aire", resumió Black. Calma: no faltará la acción. Por caso, la destrucción de la mansión de Tony que anticipó el tráiler es sensacional.

Es una suerte que Downey no sea de esos actores que reniegan de los personajes que los popularizan. Así como Hugh Jackman es un agradecido de Wolverine, a él le encanta meterse en el traje de Iron Man. Lo demuestra en esta película. Y un consejo: ni se les ocurra levantarse de la butaca. La escena al final de los títulos es una linda sorpresa.


El fabuloso negocio de hacer pie en el mercado chino

"Iron Man 3" es una de las puntas de lanza que Hollywood está empleando para abrir el más grande y prometedor de los mercados. China es el futuro. Allí se filmó parcialmente la película y allí la promocionó con bombos y platillos Robert Downey Jr.Marvel se alió con la empresa china DMG para producir el tanque, convenio que incluyó la creación de un personaje de esa nacionalidad, el doctor Wu, interpretado por Wang Xueqi. Ese nombre no dice nada en Occidente, pero en China es una figura con luz propia en las marquesinas.

Los cientos de millones de consumidores chinos, alimentados por una economía en expansión, son un bocado que Hollywood pretende engullir cuanto antes. Películas como "Iron Man 3", puro entretenimiento despojado de esos contenidos políticos que tanto irritan a la férrea censura china, son ideales para inundar el mercado. Los chinos quieren ver películas estadounidenses de gran presupuesto y a las emergentes empresas chinas -país que tiene su propio sistema de estudios y de producción y donde no faltan las estrellas de cine- los negocios con Hollywood les sirven para posicionarse en las ligas mayores.

Lo llamativo es que los acuerdos incluyen versiones diferenciadas de las películas. Por ejemplo, en China "Iron Man 3" incluye más escenas con las estrellas locales (Wang Xuequi y Fan Bing Bing). Diferente montaje, diferente metraje. Si todo sale bien, sumando todos los mercados, calculan que esta tercera aventura de Tony Stark superará en recaudación a "Los vengadores".

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