27 Abril 2013
EMOCIÓN. Robín y Benejam descubren la placa que obsequió Fundafet. LA GACETA / FOTO DE ANALíA JARAMILLO
Con homenajes a sus fundadores, pero con la mirada puesta en los desafíos actuales y futuros, la Federación Económica de Tucumán (FET) celebró ayer sus 60 años de actividad en el gremialismo empresario de la provincia. Los festejos se iniciaron con una misa en la Iglesia Catedral, de la que participaron las máximas autoridades, encabezadas por el presidente del organismo, Raúl Robín.
Luego del oficio religioso, los directivos de la FET y los invitados que participaron del festejo se trasladaron a la plaza Independencia, donde colocaron una ofrenda floral en la Estatua de la Libertad. Allí, el vicepresidente primero, Pedro Omodeo, se dirigió a los presentes y recordó a los directivos que forjaron los inicios de la entidad, a principios de la década del 50, aunque también trazó el horizonte de los desafíos actuales que afronta la entidad. "La actividad de la Federación se apoya, principalmente, en el rol dirigencial y en la interacción con los gobiernos, nacional y provincial, para regular la actividad empresarial y comercial", expresó.
La celebración continuó en el edificio que posee la institución en la calle San Martín 427, de esta capital, donde se descubrieron sendas placas conmemorativas. En esa instancia, el titular de la Fundación Empresaria de Tucumán (Fundafet), Pedro Benejam, se refirió a las dificultades a las que se sobrepuso la FET a lo largo de sus 60 años de historia. "Hemos atravesado épocas difíciles. Pero la capacidad de sus directivos le permitieron superar los obstáculos para conducir la actividad empresarial y comercial de Tucumán", señaló.
La FET se creó el 1 de abril de 1953 y tuvo a Aldo Capuano como primer presidente. La conformación de la entidad sirvió para consolidar la identidad del gremialismo empresario argentino, que había nacido en las provincias del interior del país en la década del 40. El propósito de ese movimiento, que impulsaron Tucumán y Salta, fue reaccionar contra la concentración de decisiones sobre el rumbo económico del país. Además, el empresariado norteño consideró que el interior debía contar con representación propia en Buenos Aires. Esa búsqueda se había iniciado mediante la gestión de la desaparecida Federación Económica del Noroeste Argentino. En la actualidad, más de 40 cámaras de los sectores de la producción, de la industria, del comercio y de los servicios se asociaron a la entidad. Los festejos de la FET continuaron anoche con una cena en la Casa Obispo Colombres, ubicada en el parque 9 de Julio.
Luego del oficio religioso, los directivos de la FET y los invitados que participaron del festejo se trasladaron a la plaza Independencia, donde colocaron una ofrenda floral en la Estatua de la Libertad. Allí, el vicepresidente primero, Pedro Omodeo, se dirigió a los presentes y recordó a los directivos que forjaron los inicios de la entidad, a principios de la década del 50, aunque también trazó el horizonte de los desafíos actuales que afronta la entidad. "La actividad de la Federación se apoya, principalmente, en el rol dirigencial y en la interacción con los gobiernos, nacional y provincial, para regular la actividad empresarial y comercial", expresó.
La celebración continuó en el edificio que posee la institución en la calle San Martín 427, de esta capital, donde se descubrieron sendas placas conmemorativas. En esa instancia, el titular de la Fundación Empresaria de Tucumán (Fundafet), Pedro Benejam, se refirió a las dificultades a las que se sobrepuso la FET a lo largo de sus 60 años de historia. "Hemos atravesado épocas difíciles. Pero la capacidad de sus directivos le permitieron superar los obstáculos para conducir la actividad empresarial y comercial de Tucumán", señaló.
La FET se creó el 1 de abril de 1953 y tuvo a Aldo Capuano como primer presidente. La conformación de la entidad sirvió para consolidar la identidad del gremialismo empresario argentino, que había nacido en las provincias del interior del país en la década del 40. El propósito de ese movimiento, que impulsaron Tucumán y Salta, fue reaccionar contra la concentración de decisiones sobre el rumbo económico del país. Además, el empresariado norteño consideró que el interior debía contar con representación propia en Buenos Aires. Esa búsqueda se había iniciado mediante la gestión de la desaparecida Federación Económica del Noroeste Argentino. En la actualidad, más de 40 cámaras de los sectores de la producción, de la industria, del comercio y de los servicios se asociaron a la entidad. Los festejos de la FET continuaron anoche con una cena en la Casa Obispo Colombres, ubicada en el parque 9 de Julio.