Peor es nada: el "santo" sufrió, pero no perdió

San Martín no supo aprovechar el hombre de más

EL DUEÑO DE LA PELOTA. Fernández protege el balón ante la llegada del Sabueso Max, impecable ayer en San Luis. EL DUEÑO DE LA PELOTA. Fernández protege el balón ante la llegada del "Sabueso" Max, impecable ayer en San Luis.
Hilando fino, San Martín regresa disconforme con lo suyo, pero feliz con la cosecha. El punto obtenido tras el 0 a 0 termina siendo un paso adelante en su misión de asegurarse un lugar en el top 5 del Undecagonal final.

Eso sí, el "santo" tuvo todo para pisar fuerte en San Luis y no lo hizo. ¿O no lo dejaron? Resulta que los de La Ciudadela contaron con mayoría de hombres en la cancha desde los 11 minutos, cuando Pereyra se pasó de rosca, golpeó a Ermini y su premio fue ver la tarjeta roja. Hay más.

En vez de dominar y hacer valer la superioridad numérica, los tucumanos la pasaron mal. Demasiado para ser verdad. De hecho, Ojeda terminó haciéndose figura absoluta del partido. Atajó abajo, atajó arriba; salió bien a cortar y evitó cualquier otra intentona que Requelme y compañía intentaba gestar para burlar su coraje bajo los tres palos de su casa. Max también salvó la ropa.

Era un drama lo del "santo". Apenas si probó a distancia con "Nico" Roldán, sin suerte. Y así, sin más ni menos que cuidar la ventaja (de futbolistas) y la paridad en el marcador, el encuentro se fue hundiendo en pases inefectivos y movimientos con destino incierto. Había desesperación.

Aclaración: de mitad de cancha hacia adelante, San Martín vivía un tormento. Ermini no volaba, tropezaba; y Chacana, la referencia en el área, vivía rodeado de tiburones locales. San Martín necesitaba una pausa, llegar al descanso con el resultado igualado y reorganizar su estrategia y la cabeza de sus protagonistas. Dicho y hecho. Misión cumplida. 0-0 y a los camarines.

Entonces, surgió el despertar de Ermini, que tuvo la suya aunque Silva, de gran reacción, le cortó el tercer grito personal fuera de casa al pergaminense. Roldán dispuso de otra, sin embargo el destino quiso que el empate sea una constante en San Luis. No fue lo que fue vino a buscar el "santo", pero igual, el punto sirvió y mucho.

Fue un partido malo, malísimo. El local estuvo condicionado por haberse quedado rápido con 10, pero así y todo algo inquietó a Ojeda. Por el lado de San Martín, su labor fue preocupante. No generó nada de nada.

La cara de Carlos Roldán lo decía todo. El técnico "santo" estuvo congelado ante la falta de respuestas de sus jugadores en cancha. Igual, valoró el punto. Sirve para consolidar al grupo entre los cinco mejores de la tabla.

Los destacados de La Ciudadela fueron Ojeda, vital en algunos pasajes, y Max, un león a la hora del recupero del balón. Lo malo, la poca pimientas de los creativos (Roldán y Chanquía) para generar juego.

En esta semana de trabajo que se avecina, San Martín deberá reorganizarse en ofensiva porque en defensa, el grupo, pese a algunos sobresaltos, cumplió. La falta de ideas para trasladar la pelota es todo un tema.

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