Por Carlos Chirino
16 Mayo 2013
PURA ALEGRÍA. Juan Román Riquelme ya convirtió el golazo y recibe las felicitaciones de Lautaro Acosta (24), Claudio Pérez (2) y Lucas Viatri. Boca sigue en carrera.
A Boca nunca se lo puede dar por muerto y mucho menos en la Libertadores. Cuando se trata del torneo continental, el "xeneize" siempre saca pecho y tiene un plus extra para dar. Como ocurrió esta vez en Brasil y nada menos que frente a Corinthians, el último campeón del Mundial de Clubes. Con un Juan Román Riquelme inspirado, el equipo de Carlos Bianchi volvió a sacar a relucir su mística copera y se instaló en los cuartos de final.
Este mismo Boca que anda a los tumbos en el certamen doméstico, donde acumula 13 partidos sin ganar, ya se metió entre los ocho mejores del continente al igualar 1 a 1 en tierra brasileña y sacar provecho del 1 a 0 que logró dos semanas antes en La Bombonera.
El "auriazul" no fue a San Pablo a defender la ventaja. Todo lo contrario. Salió a jugarle de igual a igual al "Timao". Con un planteo inteligente, sin dejar espacios entre sus líneas, neutralizó al rival. Luego de un penal no cobrado a Corinthians (clara mano de Marín) y un gol mal anulado a Romarinho, llegó la magia de Román. El ídolo "xeneize" marcó un golazo desde 38 metros, que abrió el camino a la clasificación. Después del empate de Paulinho, Corinthians se vino con todo y ahí creció la figura de Agustín Orión.
Boca se tomó revancha del equipo que le ganó la final el año pasado y ahora va por Newell's, con el que tendrá el primer round el jueves en La Bombonera.
Newell's fue el que sonrió al último y por eso Vélez se quedó sin nada
BUENOS AIRES.- El que ríe al último... Newell's cumplió al pie de la letra. Llegó a Vélez con una derrota de local (1-0) y se fue de Liniers con un 2-1 que no hizo más que catapultarlo a cuartos de final de la Copa, tras un partidazo.
Las pagó todas la "V", que así como en el duelo de ida aprovechó la mala puntería de la "lepra", devolvió gentilezas y dejó pasar chance tras chance. Ganando desde los 3' (grito de Milton Casco), el buen equipo de Gerardo Martino hizo negocio. Antes del descanso firmó el 2-0 (cuando no, Ignacio Scocco) y obligó a la épica de Vélez. Pero los de Ricardo Gareca sólo llegaron al descuento (Facundo Ferreyra), y se despidieron de todo. (Especial)
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