"Me recuerda el horror, el dolor como hijo y como ciudadano"

Eran chicos en 1976, cuando Videla encabezó el golpe militar. Llevan el apellido de tres hombres públicos signados por el gobierno de facto. Uno, Juri, hijo del gobernador tucumano de entonces, tenía 16 años; Bussi, hijo del interventor militar, tenía 11 años y Vargas Aignasse, hijo de un senador provincial asesinado, tenía cinco. Cada uno contó sus vivencias

18 Mayo 2013

"Me recuerda el horror, la pérdida de todos los derechos y garantías constitucionales, el dolor como hijo y como ciudadano, a pesar de que era adolescente", dijo a LA GACETA el legislador Fernando Juri (Frente para la Victoria) respecto de Videla y del golpe militar de 1976, época en la que tenía 16 años. El parlamentario es hijo de Amado Juri, quien era gobernador de Tucumán cuando ocurrió la asonada militar.

"Como católico -prosiguió- no me puedo alegrar por la muerte de nadie; sí creo que se somete a la Justicia de Dios; fue sometido a la Justicia de los hombres, la que ellos no les permitieron a los desaparecidos y los presos políticos". Remarcó que la muerte del dictador no le causa alegría, "pero sí la tranquilidad de que fue juzgado y sentenciado". Respecto de la hora actual, Juri dijo que espera la pacificación. "Para eso tienen que ser juzgados todos, de ambos lados. Yo sufrí el terrorismo de ambas partes; a esto muchos no se animan a decirlo y hasta sé que algunos me cuestionarán, pero sufrí el terrorismo de izquierda y el terrorismo de Estado", destacó. "Desde la izquierda me trataron de secuestrar dos veces, nos pusieron bombas en mi casa y el terrorismo de Estado puso preso a mi papá. Debe llegar la pacificación a los argentinos, sin olvido, para que no ocurra más lo que pasó", concluyó.

"Nunca será recordado como un patriota, sino como un genocida"

"Va a ser difícil que se revierta el análisis que se hizo de él. Pienso que nunca será recordado como un patriota, sino como un genocida", dijo a LA GACETA el legislador Ricardo Bussi (Fuerza Republicana) -hijo de Antonio Domingo Bussi- al referirse al ex dictador Jorge Rafael Videla. "No representa nada", acotó sobre el ex presidente de facto.

Bussi tenía sólo 11 años cuando se produjo el golpe de 1976, que instaló a su padre como gobernador de facto Tucumán hasta 1978. "Mi viejo en Tucumán era muy popular; en cambio, Videla no gozaba de la mínima simpatía de la gente", remarcó. Opinó que, en términos generales, "los militares han sido chivos expiatorios de una sociedad que no supo resolver sus conflictos en la década del 70". "Desde la política, pusieron a los militares a resolver los problemas que los políticos no podían solucionar. En aquel momento, todos los partidos políticos reclamaban a gritos que los militares intervinieran. A Bussi le exigían que cumpla su cometido, y la gente lo reconoció, incluso años después, cuando fue elegido gobernador de Tucumán y ganó todas las elecciones en que se presentó", recordó. El parlamentario admite que durante la dictadura hubo excesos por parte del Estado. "Seguro que sí hubo excesos, porque toda guerra es un exceso", expresó.

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"Murió el represor emblema de la última dictadura militar"

"Probablemente algunas personas lloren a Videla, pero deben saber que lloran a una mala persona, a un personaje que le hizo mucho daño al país, que secuestró, que torturó, que mató, que robó identidades a menores, que endeudó irresponsablemente al país, y que negó la figura del desaparecido desde la cruel ambigüedad existencial", dijo a LA GACETA el legislador Gerónimo Vargas Aignasse (Frente para la Victoria), que tenía cinco años en 1976. Su padre, el senador provincial Guillermo Vargas Aignasse, fue uno de los miles de desaparecidos por el accionar de la Junta Militar. "Videla muere condenado a reclusión perpetua en múltiples causas, todas aberrantes y violatorias a los derechos humanos", observó el parlamentario. Sostuvo que el dictador "era un genocida más que desde la cobarde negación y hasta justificación de sus actos se lleva a la tumba información que ayudaría a encontrar los restos de miles de desaparecidos". "Serviría para recuperar la identidad de cientos de bebés y niños argentinos hoy hombres y mujeres apropiados en simultáneo con el martirio y asesinato de sus padres", apuntó. "Muere condenado por la justicia terrenal y por las páginas de la historia el represor emblema de la última dictadura militar, reivindicando su accionar y negando toda responsabilidad en la barbarie", finalizó.

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