24 Mayo 2013
ENSAYOS. Los bailarines fueron preparados por Maximiliano Guerra. FOTO GENTILEZA / JAIME RADUSKY
Nadie pretenda ver hoy una historia de amor en el escenario del teatro San Martín. En este "Romeo y Julieta" que estrena el Ballet Contemporáneo de la Provincia, el protagonista está lejos de ese romance que marcó a fuego la historia de la humanidad. Lo que pesa acá es el lado oscuro y crudo de la historia: el suicidio de los amantes. Pero la muerte que se autoproducen los protagonistas no es una idea abstracta en busca de la liberación; la muerte, en esta versión, tiene fecha y lugar: los suicidios de adolescentes ocurridos en el noroeste argentino los últimos años.
Esta nueva relectura del clásico de William Shakespeare pertenece a Patricia Sabbag, directora del Ballet, con la música compuesta por Héctor Berlioz en 1839 e interpretada por la Orquesta y el Coro Estables de la Provincia bajo la batura de Jeff Manookian, director titular de la Orquesta. "Romeo y Julieta" cuenta con las actuaciones principales de los bailarines Melisa Bellagamba (Julieta), Alfredo Salomón (Romeo), Gastón Gutiérrez (Mercucio), Martín Machín (Teobaldo), Elías Kern (Benvolio), Walter Ferreyra (Fray Lorenzo) y Melina Martínez (Rosalina). Los solistas del coro serán Alfredo Tiseira, Claudia Manrique, y los invitados Matías Safarsi y Analía Bejar.
"La idea de esta interpretación de la obra surge de un estudio que hice como parte de un magister que cursé", señaló Sabbag. "El primer desafío fue cómo traer esta tragedia al día de hoy y lo primero que me pasó por la cabeza fue la juventud actual. Tenemos presente esta idea nueva de que la juventud tiene energía, militancia, empuje y vida. Hay muestras claras, como el voto a los 16 años, o el rol fundamental que tuvieron los jóvenes en las inundaciones de La Plata. He tomado a la juventud como ejemplo", explicó.
La escenografía de la obra es despojada, sin demasiados elementos. La mayor parte de la acción ocurre en un callejón en el que sólo hay graffitis. "Quise representar la urbanidad a través del graffiti. Es algo global, pero también propio: por toda la ciudad de Tucumán se ven pintadas. El enfrentamiento de Montescos y Capuletos se desarrolla en este callejón", detalló y adelantó que no hay un solo Romeo ni una Sola Julieta: "por momentos son dos, por momentos son ocho. No importa, son jóvenes y a cualquiera le puede pasar".
Esto que "puede pasar" no es más que el suicidio inducido, en la obra por el fray Lorenzo y en la vida real por causas tan perturbadoras como incomprensibles. "Me impactó mucho la historia de las dos jóvenes que se suicidaron el año pasado en Salta. Investigué y en el norte argentino hay un porcentaje altísimo de suicidios adolescentes y eso llama la atención", confesó Sabbag. Las estadísticas se engrosan con la segudilla de muertes autoinducidas de adolescentes en Rosario de la Frontera, en 2010. "No es un 'Romeo y Julieta' romántico en el que prevalece el amor, sino que el tema principal el es suicidio", finalizó.
Esta nueva relectura del clásico de William Shakespeare pertenece a Patricia Sabbag, directora del Ballet, con la música compuesta por Héctor Berlioz en 1839 e interpretada por la Orquesta y el Coro Estables de la Provincia bajo la batura de Jeff Manookian, director titular de la Orquesta. "Romeo y Julieta" cuenta con las actuaciones principales de los bailarines Melisa Bellagamba (Julieta), Alfredo Salomón (Romeo), Gastón Gutiérrez (Mercucio), Martín Machín (Teobaldo), Elías Kern (Benvolio), Walter Ferreyra (Fray Lorenzo) y Melina Martínez (Rosalina). Los solistas del coro serán Alfredo Tiseira, Claudia Manrique, y los invitados Matías Safarsi y Analía Bejar.
"La idea de esta interpretación de la obra surge de un estudio que hice como parte de un magister que cursé", señaló Sabbag. "El primer desafío fue cómo traer esta tragedia al día de hoy y lo primero que me pasó por la cabeza fue la juventud actual. Tenemos presente esta idea nueva de que la juventud tiene energía, militancia, empuje y vida. Hay muestras claras, como el voto a los 16 años, o el rol fundamental que tuvieron los jóvenes en las inundaciones de La Plata. He tomado a la juventud como ejemplo", explicó.
La escenografía de la obra es despojada, sin demasiados elementos. La mayor parte de la acción ocurre en un callejón en el que sólo hay graffitis. "Quise representar la urbanidad a través del graffiti. Es algo global, pero también propio: por toda la ciudad de Tucumán se ven pintadas. El enfrentamiento de Montescos y Capuletos se desarrolla en este callejón", detalló y adelantó que no hay un solo Romeo ni una Sola Julieta: "por momentos son dos, por momentos son ocho. No importa, son jóvenes y a cualquiera le puede pasar".
Esto que "puede pasar" no es más que el suicidio inducido, en la obra por el fray Lorenzo y en la vida real por causas tan perturbadoras como incomprensibles. "Me impactó mucho la historia de las dos jóvenes que se suicidaron el año pasado en Salta. Investigué y en el norte argentino hay un porcentaje altísimo de suicidios adolescentes y eso llama la atención", confesó Sabbag. Las estadísticas se engrosan con la segudilla de muertes autoinducidas de adolescentes en Rosario de la Frontera, en 2010. "No es un 'Romeo y Julieta' romántico en el que prevalece el amor, sino que el tema principal el es suicidio", finalizó.
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