24 Mayo 2013
ABERRANTE. Edith Molina recibió un disparo que terminó con su vida casi instantáneamente en la puerta de su hogar. FOTO TOMADA DE ELLIBERAL.COM.AR
SANTIAGO DEL ESTERO.- “Matame a mí, no la mates a mi mami”, rememoró uno de los cuatro hijos de Miguel Ángel Almirón cuando declaró en la cámara Gesell y se refirió al instante previo en que su padre accionó la escopeta y acabó con la vida de su progenitora.
El menor, que tiene sólo 6 años, conmovió a quienes presenciaban la entrevista que el chico mantenía con una psicóloga forense en el subsuelo del Palacio de Tribunales. El fue el único que estuvo presente en la vivienda del pasaje Jujuy del barrio San Cayetano de Sumampa cuando se desencadenó la mortal discusión.
Eran alrededor de las 22 del domingo 28 de abril pasado, cuando Almirón y su pareja, Edith Gabriela Molina (30) iniciaron una discusión que habría estado originada en los celos que profesaba al sujeto a su mujer. Ella habría arañado al hombre y este ingresó a una habitación, de la que regresó con una escopeta calibre 12, para apuntarle a su compañera.
En ese momento, el niño se interpuso entre ambos y pronunció la frase que estremeció a funcionarios judiciales y a las partes. Sin embargo, su súplica no calmó la ira de Almirón, quien jaló del gatillo e hirió mortalmente a Molina. Mientras él se dirigía hasta la casa de un vecino, que es policía, para entregarse, su hijo corrió unos 50 metros hasta la vivienda de una tía, donde se encontraban sus hermanos de 11 y 13 años.
Consternado y llorando, les contó que “el papá había matado a la mamá”. Presurosos, los tres chicos y los mayores que escucharon la terrible revelación, corrieron hasta donde encontraron tendida en el piso del ingreso a la mujer. Almirón está acusado de homicidio doblemente calificado. (El Liberal)
Temas
Santiago del Estero
NOTICIAS RELACIONADAS