Por Federico Espósito
26 Mayo 2013
NO SERÁ FÁCIL DE BAJAR. Máximo Ledesma intenta escapar a toda velocidad de la marca de dos jugadores de Huirapuca.
La visita de los "naranjas" a Huirapuca no obedeció a un simple motivo de cortesía, sino también a uno estrictamente rugbístico. Por su condición de hombre del sur, Alejandro Molinuevo sabe mejor que nadie acerca de la rudeza que caracteriza a los "gauchos", y por eso vio en el aniversario una oportunidad inmejorable para probar a sus muchachos en terreno áspero. ¡Y vaya si encontró oposición en el "Horacio Rearte"! Motivado por el clima de fiesta que le dio el acompañamiento de toda su gran familia, "Huira" jugó como si fuera una final del mundo y poco le faltó para coronar su banquete con lo que hubiera sido un triunfo histórico. Pero al final fue triunfo "naranja", por 25 a 19.
Lo mejor del seleccionado se vio al comienzo de la primera etapa, en la que aprovechó su mayor dinámica para fabricar espacios y sacar diferencia en el marcador con tries de Julio Frías Silva y Martín Arregui. Pero el 15 local fue ganando metros progresivamente con el juego corto, horadando la resistencia rival con sus forwards, en busca del try. Y de tanto buscarlo, lo encontró, primero a través de Pedro Peluffo y luego por medio Gabriel Herrera. Sin embargo, una nueva escabullida de Frías Silva le permitió a Tucumán volver a tomar distancia y llevarse el parcial por 22 a 12.
La intención de Huirapuca se profundizó en el complemento, en el que se arremangó del todo y sometió al seleccionado a una feroz batalla física. El try de Santiago Rocchia acercó a los sureños, aunque los "naranjas" aceptaron el desafío y respondieron con tackles y entrega, propio de la identidad tucumana.
"Duro, ¿no?", sonrió Alejandro Molinuevo, conforme con la exigencia que planteó su club. "El balance es positivo, porque a Tucumán le sirve mucho este tipo de partidos. Más allá de que hay jugadores con los que prácticamente no hemos trabajado aún, hemos visto buenos rendimientos individuales. Rescato la actitud y el respeto al rival", analizó el entrenador, consciente de que aún queda mucho por corregir.
Lo mejor del seleccionado se vio al comienzo de la primera etapa, en la que aprovechó su mayor dinámica para fabricar espacios y sacar diferencia en el marcador con tries de Julio Frías Silva y Martín Arregui. Pero el 15 local fue ganando metros progresivamente con el juego corto, horadando la resistencia rival con sus forwards, en busca del try. Y de tanto buscarlo, lo encontró, primero a través de Pedro Peluffo y luego por medio Gabriel Herrera. Sin embargo, una nueva escabullida de Frías Silva le permitió a Tucumán volver a tomar distancia y llevarse el parcial por 22 a 12.
La intención de Huirapuca se profundizó en el complemento, en el que se arremangó del todo y sometió al seleccionado a una feroz batalla física. El try de Santiago Rocchia acercó a los sureños, aunque los "naranjas" aceptaron el desafío y respondieron con tackles y entrega, propio de la identidad tucumana.
"Duro, ¿no?", sonrió Alejandro Molinuevo, conforme con la exigencia que planteó su club. "El balance es positivo, porque a Tucumán le sirve mucho este tipo de partidos. Más allá de que hay jugadores con los que prácticamente no hemos trabajado aún, hemos visto buenos rendimientos individuales. Rescato la actitud y el respeto al rival", analizó el entrenador, consciente de que aún queda mucho por corregir.
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