Se buscan proyectos emergentes, audaces y "jugados"

Barrio Joven no cumplió la expectativas. El Premio Petrobras y su planteo curatorialEn la feria, los negocios operan de diferentes maneras. Los puntitos rojos aparecieron

UNA DE LAS PRIMERAS. La cárcel es una instalación de Eduardo Basualdo. UNA DE LAS PRIMERAS. "La cárcel" es una instalación de Eduardo Basualdo.
27 Mayo 2013

Hay una norma no escrita en arteBA, que indica que en Barrio Joven (espacio de Chandon) se encuentran las propuestas artísticas más audaces, experimentales o emergentes. Generalmente, quienes ingresan al predio, sobre todo los más jóvenes, comienzan el recorrido por allí.

Pero este sobreentendido debe relativizarse un poco: excepto por instalaciones como la de Julio Hilger (Galería Fiebre), la de Damián Miroli (Rusia Galería, Tucumán), la de la tucumana siempre presente Belén Romero Gunset (Inmigrante Galería), y algunos más, Barrio Joven no depara muchas sorpresas. Es decir, no se diferencia mucho del resto de la oferta artística que se puede ver en la feria, con obras "jugadas" o "arriesgadas".

Otras iniciativas, como la del Premio Petrobras, con un planteo curatorial sin fisuras (del mexicano Cuauhtémoc Medina), bajo el título de "Desplazamientos", permitió en esta edición, sí, observar obras que se orientan en esa dirección experimental, con trabajos muy interesantes como el de Gustavo Romano. Antonio Gagliana, Aili Chen, Sebastián Díaz Morales y Enrique Jezik.

En orden a proyectos que se apartan de lo general, bien vale recordar al de Revolver, una galería peruana que presentó un video instalación de tres canales del artista Yoshua Okón.

Aciertos

Un acierto de la organización fue la presentación en sociedad de la obra "Eva, la palabra", de Nicola Costantino, que puede considerarse como un anticipo, en fotografía, de la videoinstalación que inaugurará en las próximas semanas en la Bienal de Venecia, en representación de la Argentina. Otro acierto: la exposición en el país -aunque sea de un par de obras- del tucumano Tomás Saraceno, uno de los artistas más requeridos del mundo por los grandes centros y museos de arte. Sus construcciones en aluminio, con espejos y otros materiales, dan cuenta de un universo particular.

Sería de esperar que estos espacios, de los que se espera otra actitud y otras propuestas, no se anquilosen, y rápidamente retornen a ser los favoritos del público juvenil, fundamentalmente. El más presto a estar siempre atento a los cambios tanto conceptuales como tecnológicos del arte.

El mercado está duro, pero no faltaron las ventas

El movimiento del mercado del arte no se limita en la feria de arteBA a la compra por parte de coleccionistas de las obras en las galerías. Hay una apuesta de grandes empresas, pero también están los concursos con premios en efectivo.

La Tate Modern (Londres) cruzó el océano para adquirir fotografías y un video que documentan la gran instalación de Marta Minujín (realizada en 1978), "Partenón de los libros". Chandon compró tres obras de Alfredo Londaibere; y el Citi, una escultura de Mónica Girón para el Malba. Por el programa Matching-Funds Arteba-Telefe, tres museos incrementaron sus colecciones, con trabajos de Mariano Dal Verme, Santiago Villanueva, Alfredo Hlito y Marta Minujín. Otra empresa, Madero Harbour, compró un acrílico de Carolina Antoniadis; y la Rural, cinco pinturas. Manifiesto se alzó con "Ramona vive su vida", de Antonio Berni, y el Hotel Meliá con un video instalación de Ananké Assef y otro video de Jimena Croceri.

"La cárcel", de Eduardo Basualdo, también fue vendida.

A otros precios, con valores mucho más pequeños, la galería de Catamarca, en Barrio Joven, vendió un tapíz tejido de Gustavo Piñero.

Los números de las ventas recien se sabrán esta noche o mañana. Que el mercado está duro, nadie lo pone en dudas, pero el sábado y domingo se pudieron ver muchos puntos en rojo en los espacios, un indicador confiable de que las operaciones estaban creciendo.

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