27 Mayo 2013
La flamante estatización del ferrocarril Belgrano Cargas reaviva la ilusión en la comunidad de Tafí Viejo, que desde hace décadas viene luchando por la reapertura de sus talleres ferroviarios. La semana pasada, mediante un decreto de necesidad y urgencia, el Gobierno nacional dispuso que el Belgrano Cargas será una sociedad anónima que estará manejada por el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Y en la misma normativa se establece que esa SA se hará cargo de los talleres de Tafí Viejo para ponerlos al servicio del ferrocarril. Según se anunció, la idea del gobierno es que los de Tafí Viejo sean los talleres de referencia del Belgrano Cargas, que cubre un ramal con 7.347 kilómetros de vías que están inhabilitadas en algunos tramos; y que en otros muestran las consecuencias de la falta de mantenimiento.
Hace 10 años, la comunidad taficeña se había ilusionado con la promesa que les había hecho el entonces presidente Néstor Kirchner de reabrir los talleres. Como se recordará, en 1999 el Gobierno de Carlos Menem le había entregado la concesión del Belgrano Cargas a una sociedad liderada por la Unión Ferroviaria (UF). Desde entonces, tras fallidos intentos de reprivatización de la empresa, la sociedad fue intervenida en octubre del año pasado, hasta que se llegó finalmente a esta instancia de reestatización.
En esta etapa, según se ha manifestado en forma taxativa en el DNU presidencial, los tralleres taficeños tienen destinado un rol protagónico. Por ahora, los 110 empleados que trabajan en los talleres reparan 10 vagones por mes, pero estiman que en un corto plazo triplicarán esa producción. En términos de generación de empleo, se estima que el emprendimiento absorberá por ahora un total de 200 empleados. Sería valorable, en ese sentido, que los futuros ingresantes sean egresados de la Escuela Técnica de Tafí Viejo, debidamente capacitados para la producción de material ferroviario, y no los beneficiarios de los padrinazgos políticos. De todos modos, los taficeños aseguran que hay objetivos mucho más ambiciosos para el emprendimiento. Los ferroviarios que están involucrados laboralmente en esta nueva etapa miran al año 2020. Entonces, afirman, los talleres deberán empezar a funcionar "a cero", y ya no sólo para reparar vagones, sino, además, para reconstruir equipos. Entre esas metas de largo aliento, destacan que tendrán a su cargo la reconstrucción de 1.500 vagones, necesarios para resolver la logística del transporte de granos desde las provincias del norte hasta el Río Paraná y el puerto de Rosario.
También se analizan el uso del ramal del Belgrano Cargas para el traslado de la explotación minera de Salta y Jujuy al Pacífico, y la incorporación del Estado chileno y de Yacimientos Carboníferos Fiscales como clientes de los talleres. Va de suyo que la actual infraestructura de los talleres de Tafí Viejo no cumple con las exigencias mínimas como para apostar a las metas antes detalladas. Para ello, afirman los responsables de esta nueva etapa de los talleres, cuentan con los $ 15 millones que les envió la Nación. Y añaden que con esa suma se están actualizando equipos y comprando maquinarias especiales para empresas ferroviarias que, se estima, estarán en la planta en los próximos dos o tres meses.
Ante el entusiasmo que ha suscitado este nuevo envión para el futuro de los talleres, es de esperar que este escenario tan esperanzador se concrete en acciones, y que no quede sólo en promesas de tiempos electorales.
Hace 10 años, la comunidad taficeña se había ilusionado con la promesa que les había hecho el entonces presidente Néstor Kirchner de reabrir los talleres. Como se recordará, en 1999 el Gobierno de Carlos Menem le había entregado la concesión del Belgrano Cargas a una sociedad liderada por la Unión Ferroviaria (UF). Desde entonces, tras fallidos intentos de reprivatización de la empresa, la sociedad fue intervenida en octubre del año pasado, hasta que se llegó finalmente a esta instancia de reestatización.
En esta etapa, según se ha manifestado en forma taxativa en el DNU presidencial, los tralleres taficeños tienen destinado un rol protagónico. Por ahora, los 110 empleados que trabajan en los talleres reparan 10 vagones por mes, pero estiman que en un corto plazo triplicarán esa producción. En términos de generación de empleo, se estima que el emprendimiento absorberá por ahora un total de 200 empleados. Sería valorable, en ese sentido, que los futuros ingresantes sean egresados de la Escuela Técnica de Tafí Viejo, debidamente capacitados para la producción de material ferroviario, y no los beneficiarios de los padrinazgos políticos. De todos modos, los taficeños aseguran que hay objetivos mucho más ambiciosos para el emprendimiento. Los ferroviarios que están involucrados laboralmente en esta nueva etapa miran al año 2020. Entonces, afirman, los talleres deberán empezar a funcionar "a cero", y ya no sólo para reparar vagones, sino, además, para reconstruir equipos. Entre esas metas de largo aliento, destacan que tendrán a su cargo la reconstrucción de 1.500 vagones, necesarios para resolver la logística del transporte de granos desde las provincias del norte hasta el Río Paraná y el puerto de Rosario.
También se analizan el uso del ramal del Belgrano Cargas para el traslado de la explotación minera de Salta y Jujuy al Pacífico, y la incorporación del Estado chileno y de Yacimientos Carboníferos Fiscales como clientes de los talleres. Va de suyo que la actual infraestructura de los talleres de Tafí Viejo no cumple con las exigencias mínimas como para apostar a las metas antes detalladas. Para ello, afirman los responsables de esta nueva etapa de los talleres, cuentan con los $ 15 millones que les envió la Nación. Y añaden que con esa suma se están actualizando equipos y comprando maquinarias especiales para empresas ferroviarias que, se estima, estarán en la planta en los próximos dos o tres meses.
Ante el entusiasmo que ha suscitado este nuevo envión para el futuro de los talleres, es de esperar que este escenario tan esperanzador se concrete en acciones, y que no quede sólo en promesas de tiempos electorales.