04 Junio 2013
HECHO EN CASA. Carrasco, Max, Roldán y Vega demostraron que pueden jugar en la primera del "Santo". LA GACETA
Lo bueno viene en frasco chico y se cocina a fuego lento. Daniel Carrasco, Augusto Max, Nicolás Roldán y Luis Vega son los ejemplos. ¿Hacen falta más? Negativo. Los chicos coparon la parada el domingo vs. San Jorge y San Martín se llevó un triunfo lleno de esperanza. Los pibes del club de La Ciudadela se repartieron la mitad de cancha como en los viejos tiempos; pusieron el pecho y fueron protagonistas de nuevo, pero en las instancias clave del equipo de Primera.
"Jugamos muchos años juntos en la Liga, así que nos conocemos. Que hoy estemos jugando en el primer equipo todos juntos me pone muy orgulloso y muy contento", dice "Nico", el encargado de la creación entre el grupo de los que tuvieron que pelearla para ganarse el puesto.
Hace menos de un año, imaginarse a los hombrecitos de la casa figurando entre los 11 parecía una locura, teniendo en cuenta la cantidad de futbolistas que componen el grupo. "Con la llegada de tantos jugadores se nos hacía más difícil a los del club" se sincera "Bombín", el del primer grito contra el "expreso". "Igual, con el trabajo y el esfuerzo de todos los días nos ganamos un lugar. No sé si la titularidad final, pero si el puesto para jugar este partido que pasó", dice, con conocimiento de causa el volante.
Según Max, que fue el último de los cuatro en debutar en el torneo -con Carlos Ramacciotti no había sumado minutos-, la fórmula es una y va de la mano con la opinión de trabajo de su amigo "Bombín". "Nos ganamos esto con mucho esfuerzo y ganas. Jamás bajamos los brazos. Ese es el secreto", apunta el "Jefecito", que se adaptó al planteo de Carlos Roldán no bien dijo presente.
Hoy es figura, partido a partido. "Fue un premio al esfuerzo, más que nada; y bueno, estamos tratando de demostrar que podemos estar siempre en el equipo". Es pura confianza lo de Augusto, que habla en plural. El trabajo sacrificado es la bandera de los buenos muchachos. "Para mí esto es impensado porque trajeron varios jugadores en mi puesto y me resultó un poco difícil. Aunque, es el momento lo que me importa y por eso estoy contento".
Haber sido principal protagonista en la ida contra San Jorge fue un premio doble para Vega, y no lo oculta. "La verdad, cuesta un poco creerlo"... "Luisito", como Roldán, insiste en el conocimiento como principal aliado: "con 'Nico', Augusto y 'Bombín' nos conocimos hace mucho y eso sirvió contra San Jorge para entendernos en la cancha".
"Sí, todo ese pasado dio sus frutos. Esperemos seguir así, je je", se ilusiona Roldán, el del cuarteto que más chances tuvo de mostrarse desde que arrancó el torneo. "Por eso para mí no fue impensado estar en este momento", reconoce.
"Yo siempre me quedé con la idea de que tenemos un plantel numeroso y que todos estamos para jugar, pero ahora nos toca haverlos a nosotros, que somos del club, sin desmerecer a los que llegaron. Es más, ellos también están para aportar, sumar y que todo sea positivo para el grupo y para San Martín". No se agranda Nicolás, disfruta el momento como todos.
A los cuatro mosqueteros del medio "santo" se le suman Rolando Serrano atrás y Lucas Chacana arriba, entre los chicos que más jugaron y que serán opciones para las definiciones que se vienen. Un buen síntoma para el club y un orgullo para la gran familia de La Ciudadela. Ellos ya tienen su desafío: jugarse todo por la camiseta.
"Jugamos muchos años juntos en la Liga, así que nos conocemos. Que hoy estemos jugando en el primer equipo todos juntos me pone muy orgulloso y muy contento", dice "Nico", el encargado de la creación entre el grupo de los que tuvieron que pelearla para ganarse el puesto.
Hace menos de un año, imaginarse a los hombrecitos de la casa figurando entre los 11 parecía una locura, teniendo en cuenta la cantidad de futbolistas que componen el grupo. "Con la llegada de tantos jugadores se nos hacía más difícil a los del club" se sincera "Bombín", el del primer grito contra el "expreso". "Igual, con el trabajo y el esfuerzo de todos los días nos ganamos un lugar. No sé si la titularidad final, pero si el puesto para jugar este partido que pasó", dice, con conocimiento de causa el volante.
Según Max, que fue el último de los cuatro en debutar en el torneo -con Carlos Ramacciotti no había sumado minutos-, la fórmula es una y va de la mano con la opinión de trabajo de su amigo "Bombín". "Nos ganamos esto con mucho esfuerzo y ganas. Jamás bajamos los brazos. Ese es el secreto", apunta el "Jefecito", que se adaptó al planteo de Carlos Roldán no bien dijo presente.
Hoy es figura, partido a partido. "Fue un premio al esfuerzo, más que nada; y bueno, estamos tratando de demostrar que podemos estar siempre en el equipo". Es pura confianza lo de Augusto, que habla en plural. El trabajo sacrificado es la bandera de los buenos muchachos. "Para mí esto es impensado porque trajeron varios jugadores en mi puesto y me resultó un poco difícil. Aunque, es el momento lo que me importa y por eso estoy contento".
Haber sido principal protagonista en la ida contra San Jorge fue un premio doble para Vega, y no lo oculta. "La verdad, cuesta un poco creerlo"... "Luisito", como Roldán, insiste en el conocimiento como principal aliado: "con 'Nico', Augusto y 'Bombín' nos conocimos hace mucho y eso sirvió contra San Jorge para entendernos en la cancha".
"Sí, todo ese pasado dio sus frutos. Esperemos seguir así, je je", se ilusiona Roldán, el del cuarteto que más chances tuvo de mostrarse desde que arrancó el torneo. "Por eso para mí no fue impensado estar en este momento", reconoce.
"Yo siempre me quedé con la idea de que tenemos un plantel numeroso y que todos estamos para jugar, pero ahora nos toca haverlos a nosotros, que somos del club, sin desmerecer a los que llegaron. Es más, ellos también están para aportar, sumar y que todo sea positivo para el grupo y para San Martín". No se agranda Nicolás, disfruta el momento como todos.
A los cuatro mosqueteros del medio "santo" se le suman Rolando Serrano atrás y Lucas Chacana arriba, entre los chicos que más jugaron y que serán opciones para las definiciones que se vienen. Un buen síntoma para el club y un orgullo para la gran familia de La Ciudadela. Ellos ya tienen su desafío: jugarse todo por la camiseta.
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