09 Junio 2013
UN RELOJITO SUIZO. Max volvió a ser el "motorcito" del medio "santo". Su rendimiento parece no encontrar un techo.
Siempre al pie del cañón. Corriendo, metiendo, sudando la gota gorda y destrozando cualquier intento ofensivo del rival. Así vive su presente Augusto Max, el pibe con prestancia de caudillo, que partido tras partido demuestra que es una hermosa realidad para San Martín.
Ayer, en un partido chivo, "Jefecito" volvió a decir presente. Pilar absoluto de un medio made in casa, tuvo que rendir otro examen. Y vaya si cumplió. Con la temprana expulsión de Daniel Carrasco, su co-equiper en la recuperación, Max se hizo gigante. Con el cuchillo entre los dientes sacó pecho y se hizo el patrón del medio. "Lo más importante es que ganamos y que seguimos en carrera por el sueño que tenemos todos", humilde como pocos, Max trató de desviar el verdadero rumbo de la pregunta, pero su gran presente es difícil de disimular.
"Jefecito" pareció multiplicarse. Estaba en todos lados, siempre dispuesto a dar la vida con tal de que el enemigo no se acercara al arco de Gonzalo Ojeda. "La salida de 'Bombín' nos complicó. Tuve que redoblar los esfuerzos para cubrir todos los espacios. Por suerte, creo que cumplí", explicó.
El volante sabe que el pasaje a semifinales es lo más importante. Aunque aclara que el cómo se lo logró vale, y mucho. "Tácticamente, en los 180' fuimos superiores. Ahí creo que estuvo la clave. Aunque hay que valorar el esfuerzo y el juego de San Jorge. Fue un rival dignísimo". afirmó Max.
El gol de Luis Vega, en el amanecer del juego, parecía liquidar la serie. Pero San Martín entró en una nebulosa y lo pagó. "Nos costó mucho acomodarnos. Parece que ese gol nos jugó en contra; estuvimos muy desordenados. Por suerte nos repusimos y terminamos redondeando una buena victoria", expresó el hombre más mimado por el hincha "santo". "El cariño de la gente es hermoso. Me llena de emoción saber que valoran el esfuerzo que hago y que vengo haciendo desde hace mucho tiempo. Espero seguir cumpliendo y dándole satisfacciones".
San Martín se clasificó y el objetivo no está tan lejos. En La Ciudadela se ilusionan y no es para menos. "El ascenso es el objetivo de todos. Vamos a dejar el alma por conseguirlo", sentenció Max, ese pibe que no se cansa de ser figura.
Ayer, en un partido chivo, "Jefecito" volvió a decir presente. Pilar absoluto de un medio made in casa, tuvo que rendir otro examen. Y vaya si cumplió. Con la temprana expulsión de Daniel Carrasco, su co-equiper en la recuperación, Max se hizo gigante. Con el cuchillo entre los dientes sacó pecho y se hizo el patrón del medio. "Lo más importante es que ganamos y que seguimos en carrera por el sueño que tenemos todos", humilde como pocos, Max trató de desviar el verdadero rumbo de la pregunta, pero su gran presente es difícil de disimular.
"Jefecito" pareció multiplicarse. Estaba en todos lados, siempre dispuesto a dar la vida con tal de que el enemigo no se acercara al arco de Gonzalo Ojeda. "La salida de 'Bombín' nos complicó. Tuve que redoblar los esfuerzos para cubrir todos los espacios. Por suerte, creo que cumplí", explicó.
El volante sabe que el pasaje a semifinales es lo más importante. Aunque aclara que el cómo se lo logró vale, y mucho. "Tácticamente, en los 180' fuimos superiores. Ahí creo que estuvo la clave. Aunque hay que valorar el esfuerzo y el juego de San Jorge. Fue un rival dignísimo". afirmó Max.
El gol de Luis Vega, en el amanecer del juego, parecía liquidar la serie. Pero San Martín entró en una nebulosa y lo pagó. "Nos costó mucho acomodarnos. Parece que ese gol nos jugó en contra; estuvimos muy desordenados. Por suerte nos repusimos y terminamos redondeando una buena victoria", expresó el hombre más mimado por el hincha "santo". "El cariño de la gente es hermoso. Me llena de emoción saber que valoran el esfuerzo que hago y que vengo haciendo desde hace mucho tiempo. Espero seguir cumpliendo y dándole satisfacciones".
San Martín se clasificó y el objetivo no está tan lejos. En La Ciudadela se ilusionan y no es para menos. "El ascenso es el objetivo de todos. Vamos a dejar el alma por conseguirlo", sentenció Max, ese pibe que no se cansa de ser figura.
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