15 Junio 2013
EL PREMIO EN LA MANO. Myriam y Luciana recibieron los cheques. LA GACETA / FOTO DE ANALíA JARAMILLO
"Mi esposo es un imán para la buena suerte", disparó Luciana Chico Kairuz. Y parece que es cierto: "El lunes él me dijo: ya vas a ver que el jueves ganamos ¡Y acertó!". Ese día, ella se enteró de que se había convertido en una de las ganadoras de los Números de Oro de LA GACETA. La otra fue Myriam López. Ayer cobraron el premio y cada una se llevó $ 15.000.
Luciana se recibió de abogada hace tres años y ahora está buscando trabajo. Su marido, Esteban, es ingeniero y trabaja en un ingenio en el sur. "Él siempre tiene suerte: empezamos a pagar un plan para sacar un auto y nos lo adjudicaron muy poquito tiempo después. Con el dinero vamos a cancelar varias de las cuotas que nos quedan", adelantó la lectora.
Myriam también tiene en claro que hará con el premio: por un lado, cumplirá el sueño de mejorar la cocina de su casa. Por el otro, organizará un gigantesco asado para celebrar el Día del Padre. "Ya teníamos pensado hacer un festejo, pero íbamos a tratar de medirnos al máximo en los gastos. Ahora vamos a tirar la casa por la ventana", exclamó entre risas.
Una vez pasada la celebración, planea arrancar con las obras para mejorar la cocina. No es para menos: ella y su marido Daniel son padres de siete hijos de entre 20 y tres años. Todos ellos (más una nieta de tres años) viven en la casa familiar. "Tenemos una cocina, pero es necesario realizarle mejoras. No lo habíamos hecho antes, porque no teníamos cómo, ahora la situación es distinta", se alegró.
Luciana se recibió de abogada hace tres años y ahora está buscando trabajo. Su marido, Esteban, es ingeniero y trabaja en un ingenio en el sur. "Él siempre tiene suerte: empezamos a pagar un plan para sacar un auto y nos lo adjudicaron muy poquito tiempo después. Con el dinero vamos a cancelar varias de las cuotas que nos quedan", adelantó la lectora.
Myriam también tiene en claro que hará con el premio: por un lado, cumplirá el sueño de mejorar la cocina de su casa. Por el otro, organizará un gigantesco asado para celebrar el Día del Padre. "Ya teníamos pensado hacer un festejo, pero íbamos a tratar de medirnos al máximo en los gastos. Ahora vamos a tirar la casa por la ventana", exclamó entre risas.
Una vez pasada la celebración, planea arrancar con las obras para mejorar la cocina. No es para menos: ella y su marido Daniel son padres de siete hijos de entre 20 y tres años. Todos ellos (más una nieta de tres años) viven en la casa familiar. "Tenemos una cocina, pero es necesario realizarle mejoras. No lo habíamos hecho antes, porque no teníamos cómo, ahora la situación es distinta", se alegró.