17 Junio 2013
RECLAMAN LA CORONA. Pese a no ser invencibles, Lawn Tennis (T) y Jockey de Salta siguen siendo candidatos fuertes.
En el Regional 2012, Tucumán Lawn Tennis encadenó 10 triunfos y un empate antes de caer en la cuarta fecha del "Súper 8" frente a Cardenales en un final ajustadísimo. Hasta ese día, los del Parque 9 de Julio aparecían como un equipo prácticamente invencible, encaminado hacia una cómoda revalidación del título conseguido en 2011. El bicampeonato finalmente llegó, aunque con menos holgura de la que se esperaba.
En la edición actual, el cierre de la primera fase encontró un panorama mucho más repartido. Es cierto que la etapa fue bastante más larga (14 fechas contra las nueve del año pasado), pero ningún equipo pudo sostener por mucho tiempo su halo de imbatibilidad para plantarse como el gran favorito.
El primero fue el "Tennis". Su condición de monarca y su foja de apenas tres derrotas en toda la temporada anterior lo colocaban como el máximo candidato. Sin embargo, su caída en la quinta jornada contra Natación confirmó que aún le faltaba para ser el equipo avasallador que había sido en el pasado.
La posta la tomó Tucumán Rugby, único invicto al cabo de las primeras seis fechas y equipo más goleador hasta entonces. Pero su envión se cortó en Concepción, donde Huirapuca apeló a su fortaleza y demostró que la lucha en la zona B iba a ser a capa y espada.
Una vez que el "verdinegro" le puso fin a la furia santiagueña de Old Lions, que merced a cinco victorias en fila llegó a dominar la zona, el siguiente en ponerse el traje de rival a vencer fue la versión recargada de Jockey, de Salta. A la derrota que sufrió en el debut de local ante Uni de Tucumán, le siguió una racha de 10 triunfos consecutivos que lo erigió como el aspirante número 1 al cetro.
No obstante, su pretensión de convertirse en el segundo club salteño en alcanzar el trono regional (el primero fue Gimnasia y Tiro, en 1999), se precipitó a tierra en las últimas tres jornadas: fue superado por Lince, Universitario de Salta y los "benjamines". Así y todo, el "albirrojo" sigue siendo aún el que más puntos cosechó en la zona A (49).
Encarando por la vía residual, el candidato es Cardenales: sufrió apenas dos derrotas en 14 partidos, curiosamente ante el mismo rival: Huirapuca. ¿Conclusión? La Copa de Oro está para cualquiera.
En la edición actual, el cierre de la primera fase encontró un panorama mucho más repartido. Es cierto que la etapa fue bastante más larga (14 fechas contra las nueve del año pasado), pero ningún equipo pudo sostener por mucho tiempo su halo de imbatibilidad para plantarse como el gran favorito.
El primero fue el "Tennis". Su condición de monarca y su foja de apenas tres derrotas en toda la temporada anterior lo colocaban como el máximo candidato. Sin embargo, su caída en la quinta jornada contra Natación confirmó que aún le faltaba para ser el equipo avasallador que había sido en el pasado.
La posta la tomó Tucumán Rugby, único invicto al cabo de las primeras seis fechas y equipo más goleador hasta entonces. Pero su envión se cortó en Concepción, donde Huirapuca apeló a su fortaleza y demostró que la lucha en la zona B iba a ser a capa y espada.
Una vez que el "verdinegro" le puso fin a la furia santiagueña de Old Lions, que merced a cinco victorias en fila llegó a dominar la zona, el siguiente en ponerse el traje de rival a vencer fue la versión recargada de Jockey, de Salta. A la derrota que sufrió en el debut de local ante Uni de Tucumán, le siguió una racha de 10 triunfos consecutivos que lo erigió como el aspirante número 1 al cetro.
No obstante, su pretensión de convertirse en el segundo club salteño en alcanzar el trono regional (el primero fue Gimnasia y Tiro, en 1999), se precipitó a tierra en las últimas tres jornadas: fue superado por Lince, Universitario de Salta y los "benjamines". Así y todo, el "albirrojo" sigue siendo aún el que más puntos cosechó en la zona A (49).
Encarando por la vía residual, el candidato es Cardenales: sufrió apenas dos derrotas en 14 partidos, curiosamente ante el mismo rival: Huirapuca. ¿Conclusión? La Copa de Oro está para cualquiera.
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