23 Junio 2013
SAN PABLO-T. Alumnos mayores en la clase de "Turismo y Viajes". LA GACETA / FOTO DE ANALíA JARAMILLO
Por el sólo hecho de hablar del corredor de café de Colombia, sus sentidos recorren miles de kilómetros y se dejan atrapar por el aroma inigualable de los granos recién recolectados de los cafetales. Durante la clase también "viajan" a Belice, la colonia inglesa de amplios arrecifes donde aún se pueden descubrir templos mayas. Con su imaginación se dan una vuelta por los pintorescos mercados de Oaxaca (México), que inundan de tradiciones las calles pedregosas. Ese espíritu aventurero, del que no se despegaron desde chicos, los tentó a cursar el taller "Turismo y Viajes". Así es como Susana Brito (68 años), Telma Saksonoff (71 años), María Teresa Escalante y Genaro Santillán (72 años), entre otros alumnos, decidieron emprender un nuevo desafío: no importa si llueve o hace frío, para ellos salir de casa, estar entre amigos, estudiar y por unas horas dejar de pensar en los problemas que acarrea la vejez ya es toda una hazaña. Así piensa Lidia Medina. Con sus 80 años no hay clase que la canse. Lidia es una buena anfitriona, por eso decidió estudiar Turismo; quiere saber cómo ayudar a los visitantes desorientados y brindarles información interesante y útil sobre nuestra región.
"El saber no ocupa lugar. Entonces ¿por qué no aprender? ¿por qué no salir de casa y viajar -como hoy- virtualmente?", lo planteó Nelly Nagle, una de las alumnas del taller que prefiere no decir su edad, pero sí resalta que la necesidad de conocer no discrimina edades.
Desde hace unos meses 200 adultos de más de 65 años se inscribieron en las capacitaciones que brindan la Universidad San Pablo-T (USP-T) y el PAMI, mediante el programa "Upami", que crea un espacio universitario específico para los adultos mayores. El objetivo de este proyecto es promover el crecimiento personal, mejorar la calidad de vida y hacer efectiva la igualdad de oportunidades para el desarrollo de valores culturales y vocacionales. Por este motivo el organismo gubernamental firma convenios con las universidades de todo el país para generar capacitaciones gratuitas para sus afiliados. Con la USP-T también ofrecen otras especialidades, como Ecomoda (se aprende a diseñar prendas reutilizables), Teatro, Inglés (nivel 1 y 2), Ajedrez, Derechos Humanos, Internet, Nutrición, Oratoria, Procesadores de Texto en PC, Literatura de América Latina, Literatura Argentina del siglo XX y Cómo ser Escritor(a). Todos los talleres se volverán a repetir en septiembre.
Para Carolina López Flores, abogada y coordinadora de los cursos, esta oportunidad no sólo permite la reinserción del adulto mayor en la sociedad del conocimiento, sino también les posibilita estrechar amistades. "La propuesta de la San Pablo es diseñar cursos con profesores de carreras universitarias; con ello se pretende que los programas del curso tengan un nivel alto con requisitos mínimos y con contenidos accesibles para los afiliados del Pami. Como por ejemplo, todos los cursos tienen diseñado sus contenidos con ejes teóricos y ejes prácticos. Tenemos en cuenta que muchos de los afiliados nunca accedieron al nivel universitario", comentó López Flores.
La mayoría de los estudiantes cursan varias capacitaciones a la vez. Y las mujeres son las que marcan tendencia, según López Flores. "Son mayoría en todos los cursos -asegura-. Sucede que muchas de ellas, en su juventud, estuvieron bastante tiempo en casa. Ahora se animaron a enfrentar el desafío generacional: salieron de sus hogares y retomaron sus carreras postergadas. Es su momento, es su oportunidad".
Es un prejuicio creer que por la edad no se puede aprender, aseguran las estudiantes de más de 50 años. Además rescatan que los adultos tienen la experiencia, una herramienta muy poderosa a la hora de entrar a un aula. Y no tienen la presión de los jóvenes para obtener un título. Entonces, disfrutan más.
"El saber no ocupa lugar. Entonces ¿por qué no aprender? ¿por qué no salir de casa y viajar -como hoy- virtualmente?", lo planteó Nelly Nagle, una de las alumnas del taller que prefiere no decir su edad, pero sí resalta que la necesidad de conocer no discrimina edades.
Desde hace unos meses 200 adultos de más de 65 años se inscribieron en las capacitaciones que brindan la Universidad San Pablo-T (USP-T) y el PAMI, mediante el programa "Upami", que crea un espacio universitario específico para los adultos mayores. El objetivo de este proyecto es promover el crecimiento personal, mejorar la calidad de vida y hacer efectiva la igualdad de oportunidades para el desarrollo de valores culturales y vocacionales. Por este motivo el organismo gubernamental firma convenios con las universidades de todo el país para generar capacitaciones gratuitas para sus afiliados. Con la USP-T también ofrecen otras especialidades, como Ecomoda (se aprende a diseñar prendas reutilizables), Teatro, Inglés (nivel 1 y 2), Ajedrez, Derechos Humanos, Internet, Nutrición, Oratoria, Procesadores de Texto en PC, Literatura de América Latina, Literatura Argentina del siglo XX y Cómo ser Escritor(a). Todos los talleres se volverán a repetir en septiembre.
Para Carolina López Flores, abogada y coordinadora de los cursos, esta oportunidad no sólo permite la reinserción del adulto mayor en la sociedad del conocimiento, sino también les posibilita estrechar amistades. "La propuesta de la San Pablo es diseñar cursos con profesores de carreras universitarias; con ello se pretende que los programas del curso tengan un nivel alto con requisitos mínimos y con contenidos accesibles para los afiliados del Pami. Como por ejemplo, todos los cursos tienen diseñado sus contenidos con ejes teóricos y ejes prácticos. Tenemos en cuenta que muchos de los afiliados nunca accedieron al nivel universitario", comentó López Flores.
La mayoría de los estudiantes cursan varias capacitaciones a la vez. Y las mujeres son las que marcan tendencia, según López Flores. "Son mayoría en todos los cursos -asegura-. Sucede que muchas de ellas, en su juventud, estuvieron bastante tiempo en casa. Ahora se animaron a enfrentar el desafío generacional: salieron de sus hogares y retomaron sus carreras postergadas. Es su momento, es su oportunidad".
Es un prejuicio creer que por la edad no se puede aprender, aseguran las estudiantes de más de 50 años. Además rescatan que los adultos tienen la experiencia, una herramienta muy poderosa a la hora de entrar a un aula. Y no tienen la presión de los jóvenes para obtener un título. Entonces, disfrutan más.
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