30 Junio 2013
PREOCUPACIÓN. La vigilia por Mandela no tiene distingos de edad. REUTERS
PRETORIA.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa, Michelle, se reunieron ayer con dos hijos y seis nietos de Nelson Mandela, quien se encuentra gravemente enfermo.
La delicada salud de Madiba (como se lo llama afectuosamente en la Sudáfrica que presidió entre 1994 y 1999) dejó en un segundo plano la visita de Obama, que concluirá hoy. El encuentro privado tuvo lugar por 20 minutos en el Centro de la Memoria Nelson Mandela, en Johannesburgo, luego de que desistió de ir al hospital de Pretoria donde está tres semanas internado el nonagenario héroe antiapartheid. También habló por teléfono con Graca Machel, la esposa del líder sudafricano que no se separa de su lado.
"Le expresé mi esperanza de que Madiba obtenga paz y comodidad durante el tiempo que está pasando con sus seres queridos, y también expresé mi sincero apoyo para toda la familia mientras pasan por este momento difícil", dijo Obama, quien remarcó que las oraciones de millones de personas en todo el mundo estaban con el convaleciente Premio Nobel de la Paz, que sufre una infección pulmonar.
También lo calificó como una de las grandes figuras de la historia. "Su coraje moral y la transición histórica de su país hacia la libertad y la democracia son una inspiración personal para mí y una inspiración para el mundo. Demostró es que el bienestar de un país es más importante que el de cualquier persona", resaltó.
El estadounidense se encontró, además, con su par sudafricano, Jacob Zuma, el que confirmó que Mandela atraviesa una "condición crítica pero estable". "Esperamos que muy pronto salga del hospital", agregó, sin dar precisión alguna. Luego lo comparó a Obama: "ustedes dos están también comprometidos con la historia como los primeros presidentes negros de sus respectivos países". Añadió que Mandela le dijo: "cuando me vaya a dormir me sentiré muy feliz porque dejé a Sudáfrica saliendo adelante".
Hoy, Obama tiene previsto visitar Robben Island, la ex prisión enclavada en las aguas heladas del sur del Atlántico y frente a Ciudad del Cabo, donde Mandela pasó 18 años de los 27 años que estuvo en prisión. Después, viajará a Tanzania, última escala africana antes de retornar a Washington.
Con jóvenes
Ayer, ante un repleto auditorio en la Universidad en Soweto (donde antes de su llegada se produjeron incidentes -ver "Repudio...-), Obama le dijo a los alumnos: "el futuro del continente está en sus manos".
En un acto lleno de simbolismo en ese antiguo gueto negro de Johannesburgo, el gobernante recordó el célebre levantamiento de 1976, en el que la represión policial de una protesta estudiantil contra la segregación racial se cobró decenas de vidas.
En su intervención, anunció que su Gobierno ampliará fuertemente los programas de becas para estudiantes africanos. Luego se refirió profusamente a las relaciones comerciales del continente con algunos de sus socios, especialmente aquellos que explotan sus materias primas. "Necesitamos un África que construya, fabrique, cree valor, invente y venda sus productos en el mundo", y reivindicó a la educación como una necesidad imperiosa.
Los jóvenes esperaron a Obama entonando canciones tradicionales sudafricanas y cánticos de homenaje a Mandela. (Télam-Reuters-DPA)
La delicada salud de Madiba (como se lo llama afectuosamente en la Sudáfrica que presidió entre 1994 y 1999) dejó en un segundo plano la visita de Obama, que concluirá hoy. El encuentro privado tuvo lugar por 20 minutos en el Centro de la Memoria Nelson Mandela, en Johannesburgo, luego de que desistió de ir al hospital de Pretoria donde está tres semanas internado el nonagenario héroe antiapartheid. También habló por teléfono con Graca Machel, la esposa del líder sudafricano que no se separa de su lado.
"Le expresé mi esperanza de que Madiba obtenga paz y comodidad durante el tiempo que está pasando con sus seres queridos, y también expresé mi sincero apoyo para toda la familia mientras pasan por este momento difícil", dijo Obama, quien remarcó que las oraciones de millones de personas en todo el mundo estaban con el convaleciente Premio Nobel de la Paz, que sufre una infección pulmonar.
También lo calificó como una de las grandes figuras de la historia. "Su coraje moral y la transición histórica de su país hacia la libertad y la democracia son una inspiración personal para mí y una inspiración para el mundo. Demostró es que el bienestar de un país es más importante que el de cualquier persona", resaltó.
El estadounidense se encontró, además, con su par sudafricano, Jacob Zuma, el que confirmó que Mandela atraviesa una "condición crítica pero estable". "Esperamos que muy pronto salga del hospital", agregó, sin dar precisión alguna. Luego lo comparó a Obama: "ustedes dos están también comprometidos con la historia como los primeros presidentes negros de sus respectivos países". Añadió que Mandela le dijo: "cuando me vaya a dormir me sentiré muy feliz porque dejé a Sudáfrica saliendo adelante".
Hoy, Obama tiene previsto visitar Robben Island, la ex prisión enclavada en las aguas heladas del sur del Atlántico y frente a Ciudad del Cabo, donde Mandela pasó 18 años de los 27 años que estuvo en prisión. Después, viajará a Tanzania, última escala africana antes de retornar a Washington.
Con jóvenes
Ayer, ante un repleto auditorio en la Universidad en Soweto (donde antes de su llegada se produjeron incidentes -ver "Repudio...-), Obama le dijo a los alumnos: "el futuro del continente está en sus manos".
En un acto lleno de simbolismo en ese antiguo gueto negro de Johannesburgo, el gobernante recordó el célebre levantamiento de 1976, en el que la represión policial de una protesta estudiantil contra la segregación racial se cobró decenas de vidas.
En su intervención, anunció que su Gobierno ampliará fuertemente los programas de becas para estudiantes africanos. Luego se refirió profusamente a las relaciones comerciales del continente con algunos de sus socios, especialmente aquellos que explotan sus materias primas. "Necesitamos un África que construya, fabrique, cree valor, invente y venda sus productos en el mundo", y reivindicó a la educación como una necesidad imperiosa.
Los jóvenes esperaron a Obama entonando canciones tradicionales sudafricanas y cánticos de homenaje a Mandela. (Télam-Reuters-DPA)
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