El juez revisó cada rincón del edificio donde vivía Ángeles

Javier Ríos intentaba determinar el lugar exacto donde fue atacada la adolescente. El portero Mangeri no declaró y se limitó a decir que sufrió un "apriete" para asumir la responsabilidad del crimen

ESPOSADO. Jorge Mangeri optó por no hablar sobre las nuevas pruebas. TELAM ESPOSADO. Jorge Mangeri optó por no hablar sobre las nuevas pruebas. TELAM
02 Julio 2013
BUENOS AIRES.- El portero Jorge Mangeri, acusado por el crimen de Ángeles Rawson, se negó a responder a la indagatoria del juez Javier Ríos, quien más tarde realizó una inspección ocular en el edificio donde se cree que se produjo el ataque a la adolescente hace tres semanas.

El magistrado llegó pasadas las 18.30 al edificio de Ravignani 2360 de Palermo, junto a la fiscala María Paula Asaro, el abogado querellante Pablo Lanusse y un grupo de policías. La intención del juez Ríos era recorrer, primero, la cuadra del edificio: caminó sobre Ravignani hacia Santa Fe y hacia Córdoba, intentando saber por dónde habría sido retirada la bolsa con el cadáver sin haber sido registrado por las cámaras de edificios vecinos.

Luego, el juez encabezó la inspección dentro del edificio: miró en detalle el área del hall en la planta baja, el sótano, la terraza y un departamento del segundo piso que estaba desocupado y que fue mencionado en el expediente, para tener una clara impresión de los movimientos relatados por los protagonistas del caso y los testigos.

En el octavo piso, donde funciona la portería, en tanto, se refugió la esposa de Mangeri, Diana, quien había salido a hacerse un chequeo médico y, al regresar pasadas las 17, evitó el contacto con los periodistas.

Son horas cruciales para la causa ya que hoy vence el plazo para que el magistrado resuelva la situación procesal de Mangeri, quien se encuentra detenido desde la madrugada del 15 de junio, cuando declaró: "soy el responsable de lo de Ravignani 2360".

Como lo había anticipado su defensa, el portero se negó a declarar ayer a la mañana, cuando fue llevado desde la cárcel hasta el Palacio de Tribunales, donde le comunicaron las nuevas pruebas en su contra: los tres ADN suyos que se encontraron bajo las uñas del cadáver, los testimonios de vecinos que dicen que el portero les pidió que ese lunes sacaran la basura antes de tiempo y el relato de una mujer que lo vio en la terraza nervioso y en manga corta pese al frío.

Mangeri no quiso responder sobre las nuevas pruebas pero denunció haber sufrido un supuesto "apriete" policial para que asumiera la responsabilidad del crimen, según informó la defensa. Además, dijo que cuando declaró ante la fiscala Asaro estaba "hostigado" por los policías que estaban en el lugar. (DyN)

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