Aconsejan a Snowden que tome un vuelo comercial para salir de Moscú

El ex técnico de la CIA pidió asilo temporal en Rusia, pero planea venir a América Latina. Estados Unidos pide su captura por haber difundido los programas de vigilancia a ciudadanos en ese país.

CONTACTOS. Snowden y Sarah Harrison, representante de Wikileaks (izquierda), junto con dirigentes de derechos humanos rusos dan una conferencia en el aeropuerto de Moscú. REUTERS CONTACTOS. Snowden y Sarah Harrison, representante de Wikileaks (izquierda), junto con dirigentes de derechos humanos rusos dan una conferencia en el aeropuerto de Moscú. REUTERS
12 Julio 2013
MOSCU, Rusia.- Cuando un avión de la compañía Aeroflot proveniente de Moscú tomó el jueves una trayectoria inusualmente hacia el sur, rumbo a La Habana, dio pie rápidamente a especulaciones de que el fugitivo estadounidense Edward Snowden podría estar a bordo. Pero probablemente el avión sólo estaba evitando turbulencias, como otras aeronaves que cruzaron el Atlántico ayer. No había señales de Snowden tras el arribo.

Hasta ahora, el ex contratista de inteligencia estadounidense permanece en el aeropuerto Sheremetyevo de Moscú. Mientras espera una respuesta a su pedido de asilo temporal en Rusia, planea viajar a Latinoamérica, según miembros de grupos de derechos humanos que se reunieron el viernes con él.

El ex contratista de la agencia de espionaje estadounidense es buscado por Washington por filtrar programas de vigilancia ultrasecretos de Estados Unidos.

Expertos en aviación afirman que las especulaciones desatadas por el vuelo de Aeroflot no son infundadas: debido a las protecciones ofrecidas por las reglas internacionales de aviación, un vuelo comercial sería la mejor apuesta de Snowden para viajar a algún país que le brinde asilo.

Los vuelos comerciales tienen la libertad de usar el espacio aéreo de otros países, conocida como la Primera Libertad del aire, centro de un complejo pero bien establecido sistema que mantiene el funcionamiento de los transportes aéreos globales.

"Uno de los principios del sistema de la Convención de Chicago es que las aerolíneas comerciales tienen el derecho a sobrevolar, o el derecho a parar para reabastecer combustible, sin solicitar el permiso del país sobre el que están volando", comentó el abogado de aviación Simon Phippard, de la firma británica Bird & Bird. Las aeronaves gubernamentales, en cambio, necesitan permiso antes de que puedan realizar una entrada legal al espacio aéreo de un país extranjero.

Cualquier duda de que los aliados de Estados Unidos cierren el paso a Snowden acabó la semana pasada, cuando varios países europeos impidieron que el avión del presidente boliviano, Evo Morales, entrara a su espacio aéreo cuando viajaba desde Moscú.

"Nunca antes en la historia los estados han conspirado para obligar a aterrizar el avión de un presidente soberano para efectuar la búsqueda de un refugiado político", escribió Snowden en una carta a grupos de derechos humanos divulgada por la red social Facebook.

Morales dijo que se le negó la entrada al espacio aéreo de varios países europeos por sospechas de que Snowden viajaba en su avión, aunque abogados de aviación afirmaron que un país no necesita ninguna otra razón que ejercer su soberanía para negar la entrada de la aeronave de otra nación.

"Sobre la base de la soberanía estatal, cada Estado tiene el derecho a negar el sobrevuelo de aviones estatales", dijo John Mulligan, investigador del International Aviation Law Institute de la Universidad DePaul en Chicago.

Pero cualquier vuelo que tome Snowden y que pase por cielo estadounidense, o de cualquier aliado, conllevaría riesgos, sin importar lo que digan las regulaciones internacionales de aviación.

Aunque el presidente Barack Obama dijo en junio que "no enviará cazas para capturar a un pirata informático de 29 años", funcionarios estadounidenses afirman que Washington ha advertido a otros países que habrá "consecuencias" si permiten que Snowden aterrice o pase por sus territorios sin que las autoridades locales lo entreguen a Estados Unidos.

No existen vuelos comerciales directos desde Moscú a Venezuela, Nicaragua ni Bolivia. La ruta más obvia es a través de La Habana, pero Cuba no ha dicho si le permitiría el paso.

Ayudado por el grupo antisecretos WikiLeaks, Snowden podría estar buscando vuelos que conecten dos países opuestos ideológicamente a Estados Unidos. 

La mayoría de los vuelos comerciales largos que van de Moscú hacia Occidente pasan sobre al menos un país europeo. Una opción potencial sería un vuelo comercial hacia Teherán. Después, podría tratar de llegar a un país africano como Sudán o Angola, que podrían estar dispuestos a enfrentar la ira de Washington.

Pero no existen vuelos directos desde Irán a esos países.

Snowden podría buscar vuelos al Oriente, a Shanghái, Pekín, Hanoi o la ciudad de Ho Chi Minh, pero esos llevan al vuelo sobre países que podrían objetar. Y China no ha mostrado interés en darle asilo.

Un vuelo privado podría llevarlo hacia el norte por sobre el Ártico y después al sur sobre el Atlántico, evitando el espacio aéreo de Estados Unidos y sus aliados.

Pero ese avión necesitaría reabastecerse de combustible, ¿y quién realizaría ese pago potencialmente enorme y dónde conseguiría Snowden un avión capaz de realizar un vuelo de aproximadamente 11.000 kilómetros? No existen respuestas obvias.

Snowden aún podría optar por una forma menos obvia de transporte, quizás viajando desde Moscú al noroeste por barco o tomando el tren expreso transiberiano a través de Rusia en dirección a Asia. Prácticamente no existe comercio entre Rusia y Venezuela, así que un buque mercante no parece una opción.

Dichos viajes serían lentos, lo que lo dejarían vulnerable, y lo obligarían a abandonar las dependencias de la zona de tránsito para entrar formalmente a territorio ruso, algo que Moscú antes de conocerse la noticia de solicitud de asilo había dicho que quería evitar. (Télam)

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