22 Julio 2013
ATENTO. Carabajal se dispone a correr ante la atenta mirada desde atrás del "Ratón" Ibáñez; el volante cerró una buena tarea. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Salió del túnel a las 16.03 junto al resto de sus compañeros y se paró en la mitad de la cancha. Allí pasaría los próximos 93 minutos de juego provocando las contradicciones propias de un buen jugador: quitando y repartiendo; jugando e impidiendo hacerlo; obligando a jugar incómodo al rival y moviéndose como Matías por su casa. Carabajal, pese a la derrota, cumplió un gran papel y dejó conforme a Ricardo Rodríguez, quien desde la salida de Matías Ballini al final de la última temporada, debió pensar sesudamente en su reemplazo.
Luego del primer amistoso disputado en el complejo Ojo de Agua ante Cruz Alta, donde él y la mayoría se mostraron algo duros por la pretemporada, el medio campista no tuvo problemas en aguantarse 90' en los que fue el receptor de la defensa y muchas veces, un asistidor en ataque. "El equipo va alcanzando ritmo. Este fue el segundo amistoso que jugamos, pero nosotros estamos pensando en Gimnasia de Jujuy (por la fecha 1 de la B Nacional), que es nuestro rival a vencer", fueron las primeras palabras de Carabajal cuando salió del vestuario en medio de dirigentes, periodistas y curiosos en la zona mixta determinada para el visitante.
En la cancha, había estado al lado de Diego Barrado, su nuevo compañero, que en el complemento pudo soltarse con la seguridad de que atrás estaba todo cubierto. "Me sentí bien, mucho más suelto", confesó después Barrado.
Sobre el partido en sí, el jujeño se resignó pese a lo que creyó ver en ambos equipos. "Un 0-0 era fundamental para nosotros y creo que era lo más justo, pero qué le vamos a hacer. Al fútbol se gana con goles", aseveró. Y qué gol... La mayoría de los jugadores "decanos" alabó el zurdazo de Albano Becica en el que Carabajal no pudo hacer nada, así como tampoco Cristian Lucchetti.
Faltaban menos de 15 minutos para el final del partido en ese momento y el golpe, pese a que es un amistoso y los partidos oficiales son a los que apuntan, fue duro de asimilar. "Hay que ganar el domingo en nuestra cancha para agarrar la confianza que perdimos, y llegar mejor a esa primera fecha", aseguró el volante central.
Luego del primer amistoso disputado en el complejo Ojo de Agua ante Cruz Alta, donde él y la mayoría se mostraron algo duros por la pretemporada, el medio campista no tuvo problemas en aguantarse 90' en los que fue el receptor de la defensa y muchas veces, un asistidor en ataque. "El equipo va alcanzando ritmo. Este fue el segundo amistoso que jugamos, pero nosotros estamos pensando en Gimnasia de Jujuy (por la fecha 1 de la B Nacional), que es nuestro rival a vencer", fueron las primeras palabras de Carabajal cuando salió del vestuario en medio de dirigentes, periodistas y curiosos en la zona mixta determinada para el visitante.
En la cancha, había estado al lado de Diego Barrado, su nuevo compañero, que en el complemento pudo soltarse con la seguridad de que atrás estaba todo cubierto. "Me sentí bien, mucho más suelto", confesó después Barrado.
Sobre el partido en sí, el jujeño se resignó pese a lo que creyó ver en ambos equipos. "Un 0-0 era fundamental para nosotros y creo que era lo más justo, pero qué le vamos a hacer. Al fútbol se gana con goles", aseveró. Y qué gol... La mayoría de los jugadores "decanos" alabó el zurdazo de Albano Becica en el que Carabajal no pudo hacer nada, así como tampoco Cristian Lucchetti.
Faltaban menos de 15 minutos para el final del partido en ese momento y el golpe, pese a que es un amistoso y los partidos oficiales son a los que apuntan, fue duro de asimilar. "Hay que ganar el domingo en nuestra cancha para agarrar la confianza que perdimos, y llegar mejor a esa primera fecha", aseguró el volante central.