Toda la expectativa está puesta en Aparecida

El Papa llegará en helicóptero al santuario donde el domingo se encontraron explosivos. La actividad se traslada ahora a 250 km de Río.

Toda la expectativa está puesta en Aparecida
24 Julio 2013
Parecía que iba a ser un día gris. La XXVIII Jornada Mundial de la Juventud continuó ayer con una misa en la playa de Copacabana, a la que no asistió el Papa Francisco porque se tomó el día para descansar de la intensa jornada del lunes. Pero la alegría de los casi dos millones de peregrinos que llegaron al Brasil le puso calor a la fresca jornada. Hoy todas las expectativas están puestas en Aparecida, donde el Papa oficiará una misa y pronunciará otro de los 17 mensajes que tiene previsto dar hasta el domingo, cuando concluya el encuentro.

En Aparecida se ultimaban los detalles para la misa que se oficiará hoy por la mañana en el santuario. En ese mismo lugar, en un baño al que no tenía acceso el público, la Policía Militarizada de San Pablo hizo detonar una bomba de fabricación casera. La mismas autoridades de esa fuerza habían informado que se trataba de un artefacto de "bajo potencial lesivo". También el portavoz del Vaticano aclaró que el hecho "no estaba unido a la persona del Papa y por lo tanto no ha provocado ninguna preocupación" en las autoridades que trabajan por la seguridad de Francisco.

Lo cierto es que los jóvenes peregrinos, incluidos los 1.200 tucumanos que viajaron al encuentro, aprovecharon el día para visitar la feria vocacional instalada en la Quinta da Boa Vista. Se trata de un inmenso parque público de Río de Janeiro, donde más de un centenar de comunidades y movimientos religiosos de diversas partes del mundo exponen sus carismas.

Representantes de unas 150 congregaciones, movimientos y comunidades religiosas que asistieron al encuentro montaron sus stands en el gran parque, que era recorrido por miles de jóvenes que intercambiaban experiencias y buscaban información.

"¿Quieres descubrir tu vocación, el llamado que Dios tiene para ti? El objetivo de la feria es llevar a todos los que pasen por aquí a preguntarse qué es lo que Dios espera de ellos", explicó el padre Leonardo Lopes, coordinador de la feria.

Dentro del predio, se colocaron unos 60 confesionarios blancos donde sacerdotes en distintos idiomas imparten el sacramento de la reconciliación a los peregrinos, y a donde el papa Francisco confesará a cinco jóvenes el viernes. (EFE, DPA, Télam y DyN)

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