Dejate encandilar por el brillo del dique de El Cadillal

Los visitantes llegan atraídos por ese gran imán que es el embalse. Desde hace un par de años la oferta se renovó y ahora hay nuevos bares, más opciones de turismo aventura y la posibilidad de subir a las aerosillas. Un sitio para pasar el día en familia.

PANORÁMICA. Las aerosillas te llevan a la cumbre del cerro Médici, a 600 metros, desde donde se puede admirar todo el dique y su verde entorno.    LA GACETA/ FOTOS DE JORGE OLMOS SGROSSO. PANORÁMICA. Las aerosillas te llevan a la cumbre del cerro Médici, a 600 metros, desde donde se puede admirar todo el dique y su verde entorno. LA GACETA/ FOTOS DE JORGE OLMOS SGROSSO.
26 Julio 2013

El sol refracta sobre esa laguna artificial y los ojos se cierran. Cegada la vista, lo único que les queda a los otros sentidos es percibir lo que los rodea. El viento es frío, intenso. Como si estuvieras parado en la explanada de Mar del Plata en invierno. Se escucha el ruido de las olas que golpean la orilla. Pero el olor es distinto. No huele a mar, sino a verde. Así es El Cadillal en invierno.

La villa comienza desperezarse al mediodía al mismo tiempo que el ambiente se entibia. Es bueno saberlo, porque si el visitante pretende ir a desayunar mirando el dique se puede llevar una desagradable sorpresa. Durante la mañana, los tres bares que se encuentran en el complejo del teatro Griego están cerrados. Celestino, Puerto Argentino y El balcón abren recién al mediodía, pero más seguro por la tarde. De todas maneras si el día está frío tampoco es recomendable ir para ahí, ya que las mesas están al aire libre.

El único parador abierto por la mañana es Piedra Negra, a 200 metros de la rotonda de entrada por la mano izquierda. Hace 13 años que funciona y ofrece desayunos y meriendas regionales (con pan casero y mermeladas de ciruela y cayote, también caseras). El ambiente está cerrado y calefaccionado. Al mediodía, además de minutas, se puede comer pejerrey frito con papas fritas o tamales, humitas, empanadas y locro. Estos dos últimos platos son los más solicitados por los turistas, cuenta la dueña, Mariana González. Otra opción es almorzar o merendar a bordo del catamarán. La entrada cuesta $50 para mayores y $40 pagan los menores. Si el día está lindo, entonces, estas comidas se hacen mientras la embarcación da vueltas por el dique. En invierno las salidas son a partir de las 13 y hasta las 19.

En los puestos que se ubican sobre la ruta se pueden encontrar muchas exquisiteces para la hora del mate. En el puesto de Ana y María Yapura venden pan casero y empanadillas de cayote (tres por $ 10). También alfajores de miel de caña, dulce de leche y cayote. Además, hay quesillos a $ 10 y dulces de batata, higo y zapallo en almíbar. "Alfeñiques y patay es lo que más buscan los tucumanos", comenta Ana. Los porteños prefieren dulces en almíbar. En ese mismo puesto venden cañas de pescar con carnadas a $15, bombos y souvenirs de Tucumán. Si el día está frío nada mejor que combatir las bajas temperaturas con ricos dulces y panes caseros.

Subí a la aerosilla y visitá el museo arqueológico

Si la idea es relajarse, entonces, una de las mejores opciones es dejar que la mirada se pierda en el espejo de agua. La mejor panorámica se obtiene desde la cumbre del cerro Médici. Hasta allí se llega en las aerosillas en sólo 10 minutos. Hay un balcón y unas sillas desde las que se puede ver el dique, las casas de la villa y las sierras de Medina. También hay merenderos en los que se puede planear un pic nic en familia.

La entrada a la aerosilla cuesta $60 para mayores y $40 para menores (de cuatro a 12 años) y funciona de 8 a 20. El uso de los merenderos es sin cargo, al igual que el acceso al sendero Las Yungas. Un paseo que dura 20 minutos y te conduce al corazón de la selva tucumana. Está señalizado y no presenta ninguna dificultad.

Antes de subir, quizás convenga darse una vuelta por el Museo Arqueológico que se encuentra al costado del teatro griego. El MAC reúne vasijas, morteros, puntas de flecha, esqueletos, agujas de piedra, collares de huesos de aves que pertenecieron a la cultura Candelaria (200 a.C - 1000 d.C). Una de las características de esta cultura fueron las grandes urnas funerarias usadas para los entierros que se acompañaban con numerosas ofrendas. La entrada cuesta $ 5 para mayores y $ 2,50 para menores y jubilados. Durante la temporada turística abre todos los días de 10 a 18.30.

Para completar el recorrido, una vuelta a bordo del Catamarán Arquímides dará una idea completa de ese inmenso dique de 11 kilómetros de diámetro por cuatro de ancho y 67 metros de profundidad.

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Recorre el lago a remo o sumergite en la selva

El dique no está sólo para contemplar. Hay opciones deportivas que te dan la posibilidad de sacarle el jugo, respirar la selva y conocer los recovecos de ese espejo de agua.

Podés recorrerlo en kayak o en canoa. En el puesto de Tucumán Aventuras (ubicado al lado del anfiteatro) hay un instructor que te dará las nociones básicas y todos los elementos de seguridad. Estas embarcaciones vienen para una, dos o tres personas. Una hora de remo cuesta $ 50. Suficiente para ir de punta a punta.

Ir en familia no es un problema. En el muro de escalada hay paredes con distintas dificultades. Sergio Wilde, responsable de Tucumán Aventuras, cuenta que niños a partir de los cuatro años ya pueden trepar. Se coloca un arnés y hay un cuidador por persona. El costo es de $ 40 y se pueden probar todas las paredes. Por ese mismo precio podés elegir un paseo en lancha. La vuelta dura media hora y es para hacerla en grupo.

Si querés sentir que estás volando probá la tirolesa. Una caída en pendiente de 240 metros que va desde el anfiteatro hasta el bar La Isla y cruza la playa. La experiencia cuesta $50.

Si el plan es pasar todo el día en el lugar, entonces, podés organizarte para hacer una caminata hasta la Laguna de Aguas Chiquitas. Son de seis a ocho horas de trekking por el corazón de la selva. Las salidas son en grupo (mínimo de tres) y con un guía. Cuesta $300 (incluye un refrigerio). Para cualquiera de las actividades se recomienda llevar ropa cómoda, zapatillas y una muda de ropa por si te mojás. Después de estas experiencias seguro que vas a volver por más.

SERVICIOS
¿Dónde dormir?

Hostal del Dique. Por la ruta provincial 347 antes de llegar a la rotonda de entrada a la villa. Son seis cabañas equipadas (www.losdiquestucuman.com.ar)

¿Qué me lleva?
La empresa El Simoqueño es la que te lleva. Sale de la Terminal de Ómnibus, boletería 3 y el pasaje cuesta $9. Los horarios son: 7, 9.30, 11, 12, 14, 16, 18.10 y 21.

¿Qué hacemos?
Aventuras: podés llamar a Sergio Wilde, 156785988. El puesto está ubicado en el complejo del anfiteatro.

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LO BUENO

Entorno natural 
La hermosa vista del dique Celestino Gelsi y toda la vegetación que lo rodea. 

La distancia 
La cercanía con la ciudad (a sólo 26 kilómetros de la capital) y el cómodo acceso por la autopista de la ruta 9. 

Más opciones 
En estos últimos años se amplió la oferta de actividades: museo, aerosillas, paseos en catamarán y posibilidades de actividades deportivas. 

LO MALO

Informalidad 
Es muy informal el funcionamiento de los bares que están en el complejo del anfiteatro. Los horarios de apertura no están definidos. 

La temperatura 
Si hace frío el viento helado que corre a orillas del dique dificulta cualquier actividad. 

Sin control 
Los fines de semana los puestos de venta ambulante copan el poco espacio que queda para estacionar.

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